La sede del Servicio Secreto Británico engalana las orillas del Támesis.
Si hablamos de la sede del servicio de inteligencia de algún gobierno probablemente vendrá a nuestra mente una imagen común que muestre una serie de instalaciones ultra secretas, probablemente subterráneas y con grandes y complejos sistemas de seguridad y vigilancia. Lo anterior, claro está, se lo debemos a los medios audiovisuales como el cine y la televisión que por años nos han mostrado este concepto una y otra vez en múltiples producciones, creando en el imaginario colectivo esta percepción respecto a las instalaciones de uno de los departamentos más comunes en cualquier gobierno, principalmente del primer mundo.
A menos que hayas estado en alguna instalación de este tipo, la idea de conceptualizar la sede del servicio secreto de un Estado estará ligada a lo que los medios han establecido para imaginarlas. Precisas o no, este tipo de instalaciones existen, e incluso están a la vista de todos en muchas ocasiones, siendo la sede del MI6, el servicio de inteligencia britanico, uno de los edificios más llamativos en el mundo respecto a este tipo de instalaciones que por su importancia deberían permanecer un poco más… discretas.
Pero en el caso del MI6 Building de Londres, la discreción parece no ser de suma importancia para el servicio de inteligencia de la Reina Isabel II, famoso por haber sido partícipe importante en el contraespionaje contra la KGB soviética, y en el entretenimiento, por ser la base del espía más famoso del cine: James Bond. Conozcamos entonces la historia y composición de la sede del MI6, una hermosa edificación de carácter brutalista y Decó que seguramente resguardará algún secreto importante detrás de sus muros restringidos.
El MI6
Apareciendo en más de una ocasión en la saga de 007, el Servicio de inteligencia secreto de Gran Bretaña es todo un ícono del folclore inglés de finales del siglo XX, tanto por su participación en la búsqueda de erradicar el socialismo en Europa durante la era soviética así como por su mítica aparición en medios audiovisuales, siendo la saga de Bond el más popular de estos. Pero más allá del entretenimiento, el SIS o MI6 existe y opera de la misma forma que la Agencia Nacional de Seguridad de los Estados Unidos, haciendo de su sede uno de los lugares más controversiales y enigmáticos del territorio britanico.
Su sede se encuentra en Londres, justo a las orillas del Río Támesis, una ubicación que para muchos fue polémica tanto por su poca discreción como por su abierta y declarada naturaleza a ojos de todos, incluidos aquellos enemigos de la Corona. Si bien su actual sede opera desde 1994, anteriormente la base del SIS se encontraba en el edificio century House, una construcción de 22 pisos que fue catalogada como “secreto peor guardado de Londres” debido a su llamativa estructura, cuyo utilidad como base del servicio de inteligencia secreto se decía era conocido por todo londinense, taxista, y espía de la KGB en Londres. La nueva edificación, adquirida bajo el gobierno de Margaret Tatcher, sería inaugurada en 1994 por la Reina Isabel II y el príncipe Felipe, dando comienzo a una era donde el MI6 contaría con modernas instalaciones a la altura de naturaleza, sin embargo, su discreción seguiría siendo su punto débil.
Fortaleza de concreto y cristal
Edificado junto al Támesis, el MI6 Building mantiene sus operaciones de inteligencia rodeado del misterio que resguarda su interior. Se trata de una construcción de múltiples niveles y terrazas, diseñado por el arquitecto Terry Farrell, quien se inspiró en las construcciones industriales de Bankside y Battersea, ambas centrales eléctricas de gran tamaño, como en la arquitectura de los templos Aztecas y Mayas de carácter piramidal para su proyecto.
El resultado, sería una edificación moderna, un híbrido brutalista y déco que representa de manera excelente la naturaleza que resguardan las instalaciones junto al río, una fortaleza de concreto y cristal de acceso restringido que hoy engalana el Támesis. Cuenta con amenidades para sus empleados como restaurante, gimnasio, sala deportes y otras áreas para la ejercitación. Por su naturaleza, gran parte del edificio y sus instalaciones se encuentran bajo tierra gracias a las profundas excavaciones realizadas durante su construcción.
En cuanto a su nivel de seguridad, el MI6 Building cuenta con gruesos muros de concreto que lo protege de atentados menores, cristales de triple grosor en ventanas y techos, dos fosos de protección al mero estilo de una fortaleza, así como un perímetro considerable a su alrededor que mantiene a personas ajenas al edificio a una distancia considerable del inmueble, esto teniendo en cuenta los ataques de los cuales ha sido objetivo en la primer década del nuevo milenio, entre los que destaca un ataque con lanzacohetes.
Su arquitectura general es variada, algo que se le admiro al diseño de Farrell, puesto que según se contempla la edificación, su estilo puede variar del Déco, al brutalismo, y del Maya al industrial, algo que no muchas edificaciones logran hoy en día sin caer en el sinsentido arquitectónico. La sede del MI6 maravilla a quienes la contemplan desde una distancia prudente, siendo tal vez uno de los lugares más polémicos y misteriosos de la capital británica, y sin duda, una obra arquitectónica que ha envejecido bien y se mantiene en la modernidad.