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La innovación tecnológica para la construcción del siglo XXI.

 

Las tecnologías del siglo XXI siguen innovando la forma de concebir edificaciones a un paso sumamente acelerado, fenómeno que no hace más que revolucionar y agilizar las construcciones de nuestra época. La arquitectura, así como la construcción hoy se siguen reinventando con la aparición de nuevos métodos para concebir las siguientes grandes estructuras, siguiendo lineamientos que hoy urgen a la construcción a adaptarse a un mundo necesitado de conciencia ambiental.

En este sentido, podemos ver como la aparición de tecnologías y recursos hoy cambian el juego de la arquitectura, y, por consiguiente, de la construcción, siendo hoy los grandes protagonistas de esta nueva realidad la construcción modular, la elaboración de materiales in situ, los recursos sustentables, y la implementación de tecnologías que propicien un desarrollo urbano en sintonía con el medio ambiente. Por ello, la aparición de nuevas tecnologías que puedan seguir estos lineamientos y ajustarse a la labor de la edificación son más que bienvenidas a esta importante industria, destacando hoy una tecnología tan versátil que ha sido capaz de llegar a implementarse en la construcción del siglo XXI: la impresión 3D.

Pero ¿cómo una tecnología concebida para la impresión de modelos 3D fue capaz de hacerse un lugar en la poderosa industria de la construcción? La respuesta es clara cuando tenemos en cuenta que toda nueva tecnología es capaz de adaptarse en cualquier entorno con ciertos ajustes. Por ello, su llegada a la construcción sigue los mismos conceptos de su versión industrial y doméstica: imprimir modelos computarizados de manera física, pero esta vez, mediante materiales como el concreto, y claro, a gran escala. 

Impresión 3D, la maravilla del nuevo milenio

La aparición de la impresión 3D con la llegada del nuevo milenio no hizo más que convertir a esta tecnología en la joya de la innovación de la era digital. Y aunque en su momento se trató de una tecnología al alcance de pocos y de alto costo, hoy hemos visto cómo la impresión 3D se ha democratizado para todos, siendo posible hoy la adquisición de una impresora a costos razonables, listas para el uso que uno quisiera darle. 

Su uso en las diferentes industrias demuestra la versatilidad de este recurso, donde podemos modelar cualquier cosa en ordenador mediante un modelo 3D que se hará realidad de manera física con sólo oprimir “imprimir”. Útil para la industria médica, tecnológica, comercial y para el uso personal doméstico, la impresión 3D también ha llegado a campos donde difícilmente podríamos imaginarla, como es el caso de la industria de la construcción, donde hoy funge un rol tanto en el diseño e impresión de materiales personalizados y específicos, tanto como en la impresión misma de estructuras a gran escala. 

3DCP

La impresión 3D en la construcción sigue la misma esencia de sus contrapartes domésticas e industriales, solo que esta vez, en lugar de imprimir modelos 3D con polímeros, lo hace con concreto, metales y plásticos a gran escala. Apoyándose de un brazo robótico gigante o mangueras industriales, y siguiendo la programación de un modelo computarizado de la construcción a imprimir, las 3DCP (3D Concrete Printer) son capaces de levantar estructuras como si de una impresora gigante se tratasen.

Con una exactitud y flexibilidad asistida por programas de modelado 3D, las impresoras 3D en la construcción hoy levantan in situ edificios mediante una eficiente y constante impresión de hormigón, plástico y hasta metal, utilizando los brazos o mecanismos ya mencionados que bombean el material una y otra vez siguiendo un modelo, cuyo producto final habrá otorgado a la construcción beneficios que van desde la reducción de tiempos, la sustentabilidad de materiales, menor contaminación, costos reducidos, y lo más destacable, flexibilidad en el diseño a lograr.

Imaginar una impresora gigante capaz de imprimir de forma física una casa utilizando concreto en lugar de tintas o plástico hoy es la realidad en muchas partes del planeta. Desde el levantamiento de muros de concreto, bardas perimetrales, o diseño de materiales de construcción únicos in situ, la impresión 3D en la industria de la construcción resulta ser una herramienta sumamente útil dispuesta a seguir innovando y revolucionando esta industria en las próximas décadas.