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La comarca real se encuentra en Nueva Zelanda.

 

 

Muchas son las sagas dentro de la historia del cine que han dejado huella tanto en la industria como en el corazón e imaginario de muchos a lo largo de los años, desde Indiana Jones hasta Star Wars, los personajes, lugares, artilugios e historias se han convertido en íconos de la cultura pop y parte de la historia del séptimo arte, destacando de entre todas estas franquicias de enorme éxito una en particular, una trilogía que logro hacer historia como ninguna otra serie de películas. Galardonada en múltiples ocasiones con el Óscar de la Academia, con una banda sonora compleja y hermosa, actuaciones únicas de actores hoy consolidados, y un diseño de producción digno de venerarse, la trilogía de El Señor de los Anillos de Peter Jackson estrenada a comienzos del nuevo milenio marcó literalmente un antes y un después en la historia del cine. 

Mundialmente conocida por su impresionante diseño de producción repleto de armaduras, espadas, decorados detallados y un vestuario increíble, la trilogía dirigida por Jackson a comienzos del milenio se caracteriza por contar con una serie de locaciones reales de asombrosa belleza natural, lugares que parecen sacados de la propia mente de Tolkien y que lograron representar la belleza natural de la Tierra Media que se describe en su Legendarium. Siendo este uno de los mayores aciertos de Peter Jackson respecto a su trilogía y su posterior serie de precuelas de la misma, los paisajes de Nueva Zelanda rápidamente se convirtieron en destinos turísticos obligados para fanáticos de la franquicia, especialmente un lugar que se ganó el corazón de las audiencias en los primeros años del 2000: La Comarca, el hogar de Frodo, Sam y Bilbo. 

Nueva Zelanda: la Tierra Media

J. R. R. Tolkien se refiere a su mundo, la Tierra Media, como un país de extraordinaria belleza natural orquestada por los dioses al inicio del mundo, embellecido por el cuidado de Elfos, Ents y espíritus y poderes dignos de la fantasía épica más longeva. Montañas nevadas, pasajes subterráneos, bosques encantados y ríos llenos de historia, la Tierra Media es tal vez uno de los lugares más icónicos dentro de la literatura fantástico del siglo XX, mito que Peter Jackson lograría representar con uno de los lugares más bellos y diversos del planeta Tierra: Nueva Zelanda.

Es sabido que esta tierra polinesia llena de diversidad natural encajó perfectamente para representar los paisajes del viaje de Frodo y la comunidad del anillo en su misión. Nieve, bosques, pastizales, montañas, ríos, lagos y playas, Nueva Zelanda lo posee todo, y su aparición en las trilogías de Jackson no hizo más que potenciar el turismo en las islas que conforman al país polinesio. Visitar las locaciones del rodaje es posible, teniendo en toda su extensión un lugar para mostrar ligado a la franquicia de los Hobbits y los Elfos, siendo tal vez el destino más icónico y visitado la famosa Comarca, los verdes pastizales donde sería representada la localidad de Hobbiton, el hogar de Bilbo, Sam y Frodo, sitio que es posible visitar hoy en día, observando un entorno salido directamente de las películas.

La Comarca

La famosa Comarca, o The Shire, es la región al oeste de la Tierra Media donde habitan los diminutos Hobbits, seres amantes del campo, la cerveza, la agricultura y el tabaco, la representación del pueblo campesino inglés de Tolkien en su obra. Esta raza de seres pequeños y risueños se caracterizan por vivir bajo tierra, en agujeros, pero no cualquier agujero sucio como lo indican los primeros párrafos de la primera novela del Profesor (El Hobbit), sino agujeros amueblados, revestidos de madera y con todas las comunidades que un hogar cálido y acogedor podría tener. 

La visión de la comarca y Hobbiton, uno de sus pueblos más importantes, se ganó el cariño de los fanáticos gracias a las adaptaciones de Peter Jackson en 2001, convirtiéndose en un sitio ansiado por todos, que afortunadamente, el tiempo dio pie a que esta fantasía se hiciera realidad. La Comarca existe y se encuentra en la localidad de Matamata al Sur de Nueva Zelanda, donde existen los pastizales verdes, las pequeñas casas Hobbit escarbadas en la tierra con sus puertas redondas, e inclusive se puede tomar cerveza en el Dragón Verde, la famosa taberna Hobbit de las películas. 

Más de 40 “casas” Hobbit pueden visualizarse en los alrededores que recorre el tour que visita esta mítica e icónica locación real, donde puede apreciarse todo un paisaje donde parece que los Hobbits aún deambulan por ahí, con sus objetos regados por los jardines, carretas, palas, macetas y equipo de jardinería, ropa tendida al sol y chimeneas echando humo como si sus habitantes estuviesen en el interior pasándola bien. 

Hobbiton, al igual que muchos otros sitios neozelandeses se convirtieron hoy en una visita obligada para fanáticos de la saga de Tolkien, algo que, intencionalmente o no, la trilogía de Peter Jackson detonó para el país polinesio, un boom turístico como ningún otro, con una multipremiada y hermosa serie de películas como principal exponente turístico de la belleza natural de este rincón del planeta que hoy ejemplifica a la perfección la naturaleza de la legendaria Tierra Media del Profesor.