El arquitecto burkinés ha dedicado su carrera a modernizar su aldea natal de Gano utilizando la arquitectura como motor de cambio.
El premio Pritzker es uno de los máximos galardones en la arquitectura moderna, conocido también como el Nobel de Arquitectura, el galardón premia a los arquitectos más sobresalientes de la actualidad desde 1979, reconociendo su labor profesional en base a su innovación, estilo, filosofía y legado arquitectónico. Sin importar nacionalidad, condición, raza o sexo, el Pritzker es tal vez uno de los premios más nobles e inclusivos que existen, teniendo entre su amplio listado de profesionales reconocidos al mexicano Luis Barragán, condecorado durante la segunda edición de esta premiación.
El Pritzker reconoce la labor arquitectónica al servicio de la humanidad y del mundo, razones que en su edición 2022 ha condecorado al primer arquitecto africano de su historia, un burkinés que ha dedicado su vida profesional a transformar su aldea natal utilizando la edificación como un motor de cambio y modernización, cuyos ideales y nobles carrera arquitectónica le han hecho merecedor del más grande reconocimiento arquitectónico del mundo este año. Su nombre es Francis Kéne, y su legado es sin duda honorable.
Formándose para transformar
Francis Kéne nació en la aldea de Gano, una localidad bastante carente del país africano de Burkina Faso. Siendo el primogénito del líder de la comunidad, Francis se ve en la encomienda de educarse en la lectura y la escritura para ayudar a su padre en las labores del lugar, por lo cual, al no contar con escuelas en la región, su búsqueda educativa lo llevaría hasta la capital burkinés a estudiar, viaje que posteriormente lo sumergirá en un viaje de formación donde aprendería carpintería y mediante el cual sería becado para poder estudiar en Alemania.
Una vez en el continente europeo, Francis Kére lograría estudiar arquitectura en la Universidad Técnica de Berlín, donde adquirirá los conocimientos necesarios para ayudar a su comunidad mediante la labor arquitectónica. A raíz de esta meta de transformar su aldea natal, crearía la asociación Schulbausteine für Gando, una fundación para reunir financiamiento y con ello edificar la primera escuela de educación básica en Gando. Sería este su principal proyecto de vida, el cual terminaría por evolucionar hasta convertirse en la modernización misma de su aldea mediante distintos edificios educativos y comunitarios.
Gando
La transformación de su aldea mediante el uso de materiales sostenibles, de menor impacto y económicos convertiría a Kéré en un agente de cambio único. La primera escuela de educación básica fue edificada utilizando los fondos de su fundación, levantando un edificio capaz de mantener una temperatura fresca y aislada del calor común de la región burkinés mediante los bloques de tierra comprimida, aislante térmico natural. Entre la construcción del primer edificio en 2001 a 2004, Kéré había extendido el colegio, expandido sus aulas, edificando alojamiento para sus docentes y agregando un jardín y un pozo de agua, utilizando su potencial para hacer del colegio uno más completo y digno para el aprendizaje de los pobladores de Gano.
Su estilo arquitectónico y el uso de materiales sostenibles darían a Francis Kéré una identidad propia dentro de la edificación caracterizada por el uso de tierra comprimida y formas funcionales que proyectan una modernidad sin perder la ruralidad de las regiones. Por tanto, los proyectos posteriores a su logro educativo comienzan a buscar su mano hábil y transformadora, llegando a edificar centros comunitarios, bibliotecas y una escuela secundaria adicional en Gando.
Estilo internacional
Su talento y éxito humanista lo catapultaron al ojo público internacional, siendo solicitado para diferentes proyectos dentro de África, China y más recientemente en occidente para la realización de pabellones artísticos. Sus proyectos más innovadores no pierden su estilo de ruralidad y sostenibilidad por más modernos que estos luzcan ante la mirada. Salas, galerías, pabellones, edificios, centros de aprendizaje e incluso decoración para festivales musicales, como lo fue el caso de sus coloridas torres Serbalé Ke de Coachella 2019, Francis Kére es todo un profesional que no pierde su mirada transformadora en ningún momento.
Pritzker 2022
“No porque cuentes con pocos recursos debes aceptar la mediocridad”.
Frase fuerte pero concisa que representa el pensar del burkinés que logró cambiar la realidad de su aldea natal mediante la arquitectura y su poder transformador. Este espíritu profesional e incansable le ha hecho merecedor de la mayor condecoración en el mundo de la arquitectura moderna, el premio Pritzker 2022, presea entregada por su labor que empodera y transforma a las comunidades mediante la labor arquitectónica, reflejando y satisfaciendo las necesidades de los pueblos alrededor del mundo mediante la edificación.
Sin duda Francis Kére no solamente nos demuestra lo que debe ser la labor arquitectónica en favor de la humanidad y sus comunidades, sino lo que un espíritu profesional puede lograr siguiendo un ideal inalcanzable de cambio y transformación, aplicable para todos los profesionales sin distinción de gremios, industrias o sectores. Al final, tal y como Francis Kéré lo ha demostrado, estamos aquí para transformar al mundo y llegar a un mejor planeta utilizando nuestros talentos y nuestra determinación por el bien común.