La decoración árabe, caracterizada por sus colores vivos y abundantes textiles es conocida en el interiorismo como estilo marroquí
La vida tradicional en Oriente Medio está caracterizada por el calor del sol, la abundante arena del desierto y las edificaciones que favorecen el refugio, la sombra y la ventilación, todo ello revestido con un estilo de decoración extravagante y colorido, donde el trabajo artesanal es pieza fundamental para el éxito de las estancias que buscan dotar de una comodidad acompañada de colores, patrones y mobiliario dignos de las regiones árabes.
Cuando se piensa en Medio Oriente, las estancias bien iluminadas de amplios ventanales en forma de arcos acuden a nuestro imaginario, recintos repletos de mobiliario mullido, cómodo y finamente decorado mediante los bordados y la pedrería. Este estilo de decoración tiene nombre, y en los últimos años se ha convertido en una tendencia del interiorismo que busca llevar lo exótico del mundo árabe a cualquier parte del mundo. Se trata del estilo árabe o marroquí, cuyas características son fáciles de identificar, y mucho mejor, fáciles de aplicar a tus entornos si lo que buscas es renovar tus estancias con un toque digno de jeques, emires y sultanes.
Estilo exótico del desierto
A pesar de la modernidad que impera en el actual región árabe con sus rascacielos y edificaciones futuristas, el estilo marroquí refleja el mundo árabe tradicional, aquel donde los textiles, el mobiliario cómodo y finamente trabajado, y la labor artesanal en la decoración de los interiores refleja el pasado de toda una región caracterizada por su particular forma de acondicionar los entornos mediante una colorida y artesanal visión decorativa.
En una región donde el calor y las arenas del desierto son características del entorno, el estilo decorativo debe cumplir la función de hacer de estas condiciones climatológicas algo más llevadero y sin perder la noción del estilo, y en esto, el estilo de decoración marroquí tiene todo el expertise característico de la identidad árabe. Cómo todo estilo de decoración, son muchas las características que conforman este estilo sumamente artesanal y textil, inmiscuyendo colores, patrones, tipo de telas y mobiliario, por lo que comenzaremos categorizando cada uno de los elementos que dan forma esta tradicional forma de interiorismo.
Formas y colores de medio oriente
Más allá de la cliché percepción de colores cálidos y tierras que solemos tener de la región árabe, el estilo marroquí implementa los colores vivos en su decoración, los cuales pueden implementarse desde la pintura en muros hasta los elementos textiles y en el mobiliario. Colores como los azules, rosas, naranjas y verdes buscan contrastar con el entorno árido de la región, creando estancias exóticas y elegantes.
Arquitectónicamente hablando, algunos elementos que se emplean para dar forma a los entornos árabes tradicionales son los diferentes arcos, tanto para ventanales, puertas y hasta cúpulas, mismos que buscan brindar espacio, favorecer la abundante iluminación solar así como procurar una correcta ventilación en climas extremadamente calientes. Los mosaicos juegan un papel importante al momento de aplicar otro elemento característico del estilo marroquí: los patrones, ya sean estos con motivos florales o geométricos.
Mobiliario artesanal
Dos son los aliados perfectos del estilo árabe respecto al mobiliario utilizado en este tipo de interiorismo, capaces de moldearse según la forma requerida y brindando una apariencia artesanal y sofisticada al mismo tiempo. Por un lado tenemos a la madera, utilizada para la elaboración de sillas, sofás, mesas y otros muebles que normalmente poseen una altura relativamente baja. Este material ofrece la posibilidad de elaborar el mobiliario de acuerdo a las necesidades del entorno de forma artesanal promoviendo la libertad al momento de reposar, eliminando elementos como los descansa brazos e inclusive respaldos. Por otra parte, el metal labrado ofrece elementos decorativos tanto de carácter ornamental como funcional. Mesas, candelabros, lámparas y algunos elementos arquitectónicos son algunas de las aplicaciones de este material dentro del estilo marroquí.
Textiles, cojines y alfombras
Tal vez el elemento más característico de esta región árabe es el uso de telas finamente elaboradas, repletas de patrones bordados florales y geométricos, y rematadas de pedrería brillante y lujosa. Para el mundo árabe, los textiles lo son todo, todo un elemento icónico en su decoración, variando en formas, colores y aplicaciones. Las cortinas ofrecen ese místico aspecto árabe que a todos nos encanta, que potenciadas mediante colores exóticos y trabajos de bordado y pedrería, las convierten en toda una pieza clave del éxito marroquí.
Los cojines, mullidos y de colores vivos, son los aliados infalibles de este estilo de decoración, en cuyo trabajo y diseño artesanal reside toda la tradición del mundo árabe que convierte a la estancia en todo un recinto arábigo. Y por supuesto, tal vez el elemento más famoso dentro de está tendencia, las alfombras culminan la ardua tarea de decorar un espacio al más puro estilo árabe. Una estancia árabe, o al menos que pretenda representar, sin cojines bordados, sin cortinas con pedrería o sin un sólo tapete tradicional de medio oriente, ha fallado como estancia de estilo marroquí.
Tal vez en su mayoría elementos clichés, el estilo marroquí nos ofrece esta forma de representar un exotico entorno árabe sin tener que viajar hasta las calurosas y lejanas tierras de la península arábiga y sus alrededores. Por ello, si tu plan es renovar tu hogar con un estilo completamente nuevo y extravagante, las piezas árabes están a tu alcance, cómodas y tradicionales, a la espera del arribo del sultán hasta la sala de tu hogar.