Una verdadera pesadilla gótica.
Nuevamente vemos como el potencial arquitectónico puede llegar a potencializar un título cuando este se desarrolla en entornos que permiten al jugador explorar a voluntad en un mundo abierto, donde podemos entrar en edificios y apreciar a detalle la construcción y diseño del mapa de juego. Hoy en día, gracias a los motores gráficos contemporáneos, los desarrolladores de videojuegos pueden recrear estilos arquitectónicos a detalle, logrando efectos tan realistas que hacen del entorno de juego un espacio inmersivo y en muchas ocasiones muy bello de contemplar.
Si bien se busca crear este ambiente arquitectónico hermoso digno de admirarse, hay títulos donde se pretende todo lo contrario, y con esto nos referimos a precisamente provocar en el jugador una sensación de incomodidad, de terror y de oscuridad, donde la arquitectura y el entorno jueguen en favor de la temática siniestra del juego y nutran el aura oscura de su historia. Representando a la perfección esta intención tenemos al juego Bloodborne, un título que nos lleva a enfrentar los horrores de un mundo fantástico que lo único que tiene parecido al nuestro es su entorno arquitectónico gótico y sus elementos victorianos, y salvo por eso, es una verdadera pesadilla digna de jugarse.
Estilo gótico, estilo de pesadillas
Curiosamente hoy en día asociamos al estilo arquitectónico gótico con el espectro de lo atemorizante, con el terror, con la oscuridad, con los seres de ultratumba y la maldad, características que lejos están de representar el verdadero propósito de este estilo medieval mediante su arquitectura. La arquitectura o el estilo gótico fue concebido en el siglo XIV con el propósito de hacer más ligeros los edificios, más iluminados y enaltecer un propósito religioso donde Dios pudiese ser adorado en un recinto de altos techos, amplios ventanales de altura y muchas decoraciones y ornamentos de carácter católico.
Opuesto a lo que hoy asociamos a este estilo, el gótico representa la luz, el espacio, la gloria de la Fe y la belleza del culto católico mediante la escultura y la edificación. En algún punto del romanticismo, las novelas de terror del siglo XVIII y XIX potencializaron este nuevo concepto, sustentando que por las formas hostiles de la arquitectura gótica (agujas, torres, arcos apuntados, ventanales angostos, edificios esbeltos y contrastantes), este estilo comenzó a ser un referente de la noche y las criaturas que según el folclore ahí habitan, desde el vampirismo hasta la propia Muerte, convirtiendo un hermoso estilo de edificación dedicado a la fe cristiana en un concepto digno de Drácula, Edgar Allan Poe y el propio H. P. Lovecraft.
Yharnam
Aprovechando este nuevo concepto, que curiosamente encaja a la perfección con la definición de terror y oscuridad, el juego Bloodborne apostó por utilizar la arquitectura gótica como elemento central de este mundo oscuro y lleno de horrores que plantea, edificando la ciudad de Yharnam, su entorno protagonista, como la apoteosis de este estilo, con edificios góticos dignos de la fantasía oscura más intimidante. En Yharnam los edificios se visten de rosetones y ventanales, torres y contrafuertes, agujas y esculturas atemorizantes, toda una ciudad gótica de estilo victoriano que contrasta en todo momento con el cielo nocturno o con atardeceres rojizos dignos de una pesadilla vampírica.
Bloodborne y su jugabilidad representan ya de por sí un reto para sus jugadores, con temáticas dignas del más diestro de los gamers, pero que compensan su exploración con grandes detalles victorianos en su ornamentación y entornos indoor, como bibliotecas repletas de volúmenes, clínicas dignas del siglo XIX, jardines góticos de rejas de acero londinenses, farolas, fuentes, callejones estrechos, alfombrados y esculturas, todo un entorno londinense digno de la época victoriana potencializado al 10 el la escala de oscuridad y ambientación siniestra.
Sin duda, el acierto en el detalle de su entorno gótico hace que Bloodborne sea un título imperdible para los amantes de la arquitectura y la exploración en los videojuegos, puesto que este juego, a pesar de ambientarse en un universo fantástico inspirado en Lovecraft y Poe, posee una precisión en el estilo arquitectónico favorito de los vampiros y los espectros, con altas torres vigilando desde los cielos nublados de Yharnam el andar de su protagonista, con criaturas y sangre siempre al acecho.