París promete una contienda deportiva única.
Los Juegos Olímpicos representan una de las congregaciones deportivas internacionales más esperadas del mundo, donde países de prácticamente todo el planeta se reúnen a competir de forma amistosa en una contienda deportiva que atrae la atención de todo el planeta durante el verano cada 4 años. Si bien la edición anterior celebrada en Tokio, que prometía ser una de las mejores sedes olímpicas, se vio afectada por la pandemia hace 3 años, este evento deportivo multidisciplinario planea regresar en una época libre de restricciones sanitarias, con una sede que promete llevar esta celebración deportiva a otro nivel.
París será la sede de los siguientes Juegos Olímpicos en 2024, un evento que promete traer de vuelta la gloria y la emoción de esta justa deportiva que se perdió lamentablemente en su edición anterior debido al aislamiento y un fenómeno que impidió que Tokio maravillara al mundo como era debido. En su lugar, París 2024 promete innovar con su edición olímpica, desde la ceremonia de inauguración y clausura como en las competencias mismas y sus instalaciones, llevando el deporte a las calles, avenidas, plazas y edificios de la capital francesa de forma literal. Después de casi un siglo, los Juegos Olímpicos regresarán a la Ciudad Luz.
Buscando la sede
París fue una de las primeras sedes de esta serie de competencias deportivas que hoy conocemos como Juegos Olímpicos, siendo sede en su segunda edición allá por el año 1900. En tiempos modernos, París buscó ser nuevamente la sede de la justa deportiva, acercándose al centenario desde la última edición parisina de los juegos, apostando desde 2015 como candidato para acoger el magno evento. Tras varios intentos, finalmente obtendría la edición número XXXIII a celebrarse en 2024, con la capital francesa como ciudad anfitriona a cien años de la última edición parisina.
Una edición única
Sabemos que de cara a una edición olímpica, los países sede comienzan a edificar complejos deportivos, estadios, villas olímpicas y demás edificaciones y recintos que posean la capacidad de satisfacer las demandas de la competencia deportiva multidisciplinaria más importante del planeta. La historia nos ha demostrado que, más allá del deporte, los JJ.OO. sirven para demostrar poderío económico, innovación arquitectónica y hacerse publicidad, por lo que no sorprende que los países sede lleguen a derrochar millones para demostrarle al mundo que están a la altura de la demanda. Contrario a esto, París busca ser diferente esta vez, si bien implementando una serie de mejoras en sus principales áreas urbanas, tratará de hacer de su edición una que aproveche al máximo la belleza y la magia de su propia ciudad y su arquitectura ya existente.
Para ello ha decidido aprovechar sus calles, avenidas y plazas para ser sede de las ceremonias de inauguración y clausura, momento que suele llevarse a cabo dentro del principal estadio olímpico de la sede, y que esta vez, pasará a realizarse en las calles parisinas y en el propio río Sena en todo su esplendor. Así mismo, algunas de las competencias deportivas se llevarán a cabo en plazas públicas acondicionadas para el deporte, dentro de edificios históricos como el Grand Palais o el Campo Marte junto a la Torre Eiffel para deportes al aire libre.
Intervenciones urbanas
Además de esta peculiaridad en cuanto a los recintos deportivos, que hacen diferente y más urbana esta edición tomando en cuenta las ventajas de competir rodeado de la belleza natural, arquitectónica e histórica de París, el gobierno parisino intervendrá en algunas zonas urbanas para hacer más presentable la ciudad ante el mundo y convertirla en un destino que prioriza en la movilidad peatonal y de bajo impacto, siendo el ejemplo más grande de estas intervenciones los Campos Elíseos, que implementaran más arbolado, jardines, banquetas y la reducción de sus carriles de cara a la edición olímpica parisina.
Todo indica que la próxima edición olímpica renovará la fascinación del mundo por este evento deportivo global, que después de una edición bastante olvidable debido a la pandemia que hizo de Tokio 2020 (2021) un evento que pasó sin pena ni gloria por el entusiasmo colectivo. París, con su magia y belleza, seguramente hará de su edición una que avivara los ánimos de una sociedad renacida que encontrará en esta edición una razón más para celebrar la vida, el deporte y la comunidad internacional el próximo año 2024.