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El próximo emblema futurista de Zaha Hadid Architects

 

La ciudad de Shenzhen, en la provincia de Cantón, China, se ha convertido en los últimos años en una de las metrópolis más prometedoras en cuanto a arquitectura moderna y tecnología se refiere. Siendo una de las ciudades más grandes de la República Popular China, próxima a Hong Kong, su territorio urbano se mezcla de manera sublime con la vasta naturaleza a su alrededor, siendo una ciudad costera que busca convertirse en un bastión de modernidad para Asía y el mundo, y vaya que lo está logrando.

Shenzhen ha logrado mimetizar su urbanización con el entorno natural, aprendiendo a edificar en él y para él, por lo que su capacidad de adaptarse le ha permitido innovar de forma arquitectónica con propuestas cada vez más impresionantes y modernas. Siendo un terreno perfecto para la innovación arquitectónica, los desarrollos en la ciudad son cada vez más diversos y un atractivo para desarrolladores inmobiliarios y firmas arquitectónicas, cuyas propuestas parecen ser siempre bienvenidas en esta ciudad promesa del futuro.

Tanto es así que la propuesta más reciente de edificación podría convertirse en el emblema del futurismo arquitectónico. Se trata de la Torre C, un rascacielos compuesto de dos torres de casi 400 metros de altura, cuyo concepto y diseño ha sido concebido por nada menos que la firma experta en arquitectura moderna Zaha Hadid Architects, quienes hacen honor a su fundadora diseñando uno de los proyectos más ambiciosos de la arquitectura moderna, cuya naturaleza y estilo buscarán posicionar a la ciudad china como un referente de la arquitectura del mañana ante el mundo. 

Modernidad arquitectónica y preservación natural

En los últimos años, la ciudad de Shenzhen ha apostado por su modernización urbana, atrayendo una gran cantidad de proyectos arquitectónicos que buscan transformar el panorama urbano de la metrópoli. Mediante rascacielos corporativos, centros comerciales, museos, así como espacios culturales y educativos, Shenzhen ha logrado convertirse en una ciudad de talla mundial en tan solo unas décadas, proyectando convocatorias y concursos arquitectónicos que apuestan a la edificación sustentable, altamente tecnológica, y al diseño futurista del siglo XXI.

Siendo una zona altamente natural y costera, uno de los grandes retos de la ciudad ha sido la edificación en medio de un entorno verde de gran importancia. Afortunadamente, todos los proyectos que ahora se construyen en este boom de urbanización se ejecutan procurando la preservación del entorno natural. Por ello, uno de los atractivos de esta ciudad es el panorama urbano ultramoderno que se mezcla de manera perfecta con la vegetación de la zona, ofreciendo una postal de la arquitectura del mañana que podría renovarse aún más con la llegada del proyecto de Zaha Hadid Architects, el cual unificará la modernidad de la ciudad con la naturaleza de forma nunca vista.

Rascando los cielos, y también el futuro

La firma arquitectónica del premio Pritzker 2004, Zaha Hadid, ha logrado hacerse con la victoria en la convocatoria para edificar en el próximo gran centro urbano de la ciudad de Shenzhen. Se trata de Torre C, un megaproyecto compuesto por dos torres de más de 400 metros de altura unidas por un puente, cuya característica principal, más allá de su distribución mixta, es su apariencia ultramoderna de tintes futuristas y su naturaleza sustentable de iluminación natural. 

El nuevo centro comercial y financiero de Shenzhen albergará en sus torres y en su base escalonada el uso comercial mediante tiendas, áreas de entretenimiento, restaurantes y más. Por otro lado, servirá como un centro cultural con áreas de exhibición, restauración y galerías que promoverán el arte y la cultura en la urbe. Un hotel y centro de convenciones atraerá el turismo internacional, mientras que sus torres albergarán el uso corporativo y residencial.

El complejo tendrá la capacidad de ser monitoreado por los sistemas inteligentes de administración de la ciudad, procurando mantener su naturaleza sustentable en todo momento. Uno de los grandes rasgos del proyecto resalta su capacidad de iluminar de manera natural el complejo mediante el diseño de ventanales de aislamiento que permiten la regulación de ventilación de la misma manera. El ahorro energético y de agua potable es otro punto a su favor, utilizando tecnología fotovoltaica en prácticamente todo su diseño.

Naturaleza y entorno peatonal

Diseñado para beneficiar al peatón y una movilidad limpia, su base escalonada, así como sus alrededores, están concebidos para brindar a la ciudadanía un entorno libre y visualmente reconfortante. Por ello, la naturaleza es pieza clave en las instalaciones, tanto en ambas torres y su puente conector, como en los alrededores de la torre. Parques y jardines decoran y ofrecen el factor natural necesario para una buena purificación del ambiente local.

Así mismo, el agua tiene su protagonismo mediante las fuentes y estanques que decoran los accesos al complejo. Todas estas adecuaciones de índole natural buscarán regular y purificar la zona alrededor de este megaproyecto. Su diseño de formas espectaculares de modernidad arquitectónica en combinación con la vegetación y el agua a sus pies, convierten a Torre C en una obra maestra de la edificación del futuro próxima a iniciar su construcción.

Con una conclusión de obras planificada para el año 2027 (bastante lejano podría parecer), la Torre C de Shenzhen cambiará el panorama de la metrópoli costera y el concepto de edificación futurista de la actualidad. Con la llegada de más proyectos igual de ambiciosos que este, Shenzhen podría convertirse en tan solo unos años en aquel ideal de ciudad futurista que muchos anticipan podría concebirse en oriente. Dejaremos que la majestuosidad del proyecto de Zaha Hadid Architects hable por sí solo mediante sus renders y esperaremos algún día visualizar esta obra maestra edificada en el mundo real en tan solo unos años.