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El rascacielos más alto de todo Reino Unido.

 

Europa es un continente donde rara vez vemos congregaciones de rascacielos en sus principales ciudades, siendo las capitales del viejo continente entornos urbanos, si bien enormes y modernizados, carentes de edificaciones de altura. Son realmente pocos los edificios que se alzan sobre el horizonte europeo, esto debido principalmente a restricciones de altura que eviten una contaminación visual de las capitales europeas; al tipo de suelo que muchas veces no permite su levantamiento; o a la preservación de estos tesoros arquitectónicos donde los modernos edificios podrían romper con la imagen turística de ciudades como Roma, París, Florencia, etc. 

Londres, por otra parte, es un centro urbano de modernización y una de las capitales financieras del mundo, la segunda después de Nueva York, por lo que contar con este tipo de edificaciones se ha convertido para la ciudad en una necesidad que al mismo tiempo otorga una nueva imagen modernizada ante el mundo, siendo una de las pocas capitales de Europa en poseer edificios de altura a pesar de su naturaleza fuertemente tradicionalista. Con sólo observar el horizonte londinense, destaca del panorama una edificación de peculiar forma puntiaguda, revestida de cristal y acero que sin duda domina el centro financiero de la City de Londres. Moderno, irónico y de gran tamaño, The Shard representa en la actualidad la modernidad arquitectónica de todo el Reino Unido. 

Una pieza de cristal

En 2009, en plena crisis económica mundial, en Londres se barajaba la edificación del próximo gran edificio de altura de usos mixtos, mismo que sería propiedad del Estado de Qatar. Con una fuerte oposición al proyecto, y a cualquiera que desafiara el panorama histórico del centro de Londres, el proyecto del arquitecto italiano Renzo Piano, ganador del premio Pritzker, comenzaría a edificarse rodeado de controversia. 

Dispuesto a representar la modernidad arquitectónica y financiera de Londres, The Sharp se levantaría sin muchos contratiempos por poco más de 4 años, convirtiéndose en la edificación más alta no solamente de la ciudad, sino de todo el Reino Unido. Su concepto y forma pronto lo volvieron reconocible para todo londinense, destacando de sus vecinos de altura que conforman la zona más vertical de la capital británica. Su altura final sería de 309 metros, con 77 pisos distribuidos en usos mixtos que van desde lo comercial hasta lo corporativo. 

Diseño moderno e icónico 

Viniendo de la visionaria mente de Renzo Piano, no sorprende que The Shard, antiguamente conocido como London Bridge Tower, sea excepcionalmente impactante a la vista, tanto por su apariencia estética como por su naturaleza estructural e interiores. Representando una pieza de cristal afilado ascendente, el rascacielos cuenta con una estructura central de hormigón, la cual fue revestida mediante el acero y el cristal dando su forma afilada final. 44 ascensores garantizan la movilidad interior, destacando un observatorio y el uso de oficinas, residencial, comercial y hotelero en toda su extensión vertical.

Piano buscó inspirarse en las catedrales británicas de los grabados históricos de la antigua Londres, con lo que buscó imitar el panorama antiguo adaptado a la modernidad arquitectónica, contribuyendo al skyline londinense con una catedral de cristal de puntiaguda cima que hoy ya es un símbolo del panorama de la City de Londres. En cuanto a su interior, The Shard cuenta con diversos inquilinos de prestigio, siendo su uso residencial y corporativo uno de sus usos clave para su funcionamiento. Cuenta con diversos restaurantes, el Hutong, Oblix y Aqua Shard, mientras que diversos pisos sirven a un uso hotelero de lujo y altura, haciendo de su uso uno bastante ocupado contrario a las críticas existentes que aseguran su nula ocupación. 

Una ciudad tan tradicional como lo es Londres hoy cuenta con un exponente de la arquitectura futurista revestida de cristal, una pirámide angosta que se alza en el horizonte londinense demostrando la capacidad de esta capital para adaptarse al siglo XXI sin problema alguno. The Shard, que llegó para consolidar la modernidad arquitectónica y urbana a la capital del Reino Unido, es hoy uno de los íconos verticales más representativos de la misma, por lo que difícilmente podríamos concebir una Londres sin ella, así como no podemos imaginar a la capital británica sin el Big Ben, Westminster o el Puente de la Torre.