Más que un museo un palacio dedicado a la cultura universal.
¿Qué no se puede hacer realmente en Nueva York? Una pregunta realmente difícil de contestar teniendo en cuenta que esta ciudad es un paraíso de actividades recreativas, de entretenimiento, comerciales y laborales, donde hay de todo y para todos.
Dentro de su basta oferta recreativa y cultural, Nueva York ofrece una amplia variedad de museos, uno de sus más interesantes atractivos turísticos, que van desde recintos dedicados al arte hasta museos dedicados a la memoria de eventos trágicos para la gran urbe, como lo es el memorial a las víctimas del 11 de septiembre.
A lo largo de los distritos que componen Nueva York, un museo está esperando para ser visitado, haciendo de la capital del mundo un paraíso de cultura a disposición de todos. De entre su oferta museológica, destaca un recinto que es todo un icono de la Gran Manzana, famoso por los tesoros multiculturales que resguarda en su interior, por su arquitectura neoclásica contrastante de la urbanización y modernidad de la ciudad, y por ser sede de importantes eventos mediáticos como lo es el Met Gala. Este museo es nada menos que el famoso Metropolitan Museum of Art de Nueva York, mejor conocido como el Met, un palacio en el corazón de Manhattan que resguarda una de las colecciones de arte más importantes del mundo.
Palacio del Arte
La idea de un museo metropolitano para la creciente ciudad de Nueva York nació a mediados del siglo XIX gracias a la colección privada de Robert Lee Jenkins, un ejecutivo ferroviario que donaría la misma para la inauguración de este recinto con sus primeras obras de arte. A la par de la construcción del Central Park, el Met vería su crecimiento tanto en edificación como en el número de obras de arte dispuestas a exhibirse en su palaciego interior.
El edificio que identifica al museo es de arquitectura neoclásica que busca seguir la tendencia académica de los grandes museos en Europa, el cual luce una fachada distintiva obra de Calvert Vaux y Jacob Wrey Mold, arquitectos partícipes del diseño y construcción del Central Park junto al museo. Este proyecto encajó a la perfección con la idea de convertir a la ciudad de Nueva York del siglo XIX en una capital de la cultura occidental y dotar de alternativas para la recreación a sus habitantes con un parque urbano de tales dimensiones coronado por un recinto como lo es el Met: un bastión de exhibición artística y cultural.
Colecciones invaluables
Desde su fundación y apertura en 1871, el Met creció su colección de manera increíble, resguardando hoy alrededor de 2 millones de piezas artísticas en una colección sin precedentes. El recinto se divide en salas y categorías que hacen más fácil su exhibición y categorización, destacando las piezas que comprenden culturas antiguas como la clásica romana y griega, pasando por el antiguo Egipto hasta el medieval europeo.
El arte y la cultura inundan sus múltiples salas de exhibición, ofreciendo una muestra de culturas que van desde África hasta Asia, haciendo especial énfasis en las culturas y tradiciones americanas originales del continente. Por su puesto, el arte pictórico es uno de sus principales atractivos y más importantes tesoros pues su colección de arte recorre la disciplina pictórica desde el arte clásico hasta llegar a las vanguardias modernas. Picasso y Van Gogh atraen a los fanáticos del arte de todo el mundo en este océano de obras de prestigio que solo pocos museos tienen la fortuna de poseer y exhibir de manera pública, elevando el estatus y relevancia del Met como uno de los recintos más importantes para el arte.
Bastión de turismo y cultura
Con piezas que evocan a épocas antiguas como el Templo de Dendur, esculturas clásicas, pinturas que abarcan extensos períodos de la historia del arte y piezas de colección como armaduras, joyería y más, el Met es la definición de templo del arte, un palacio que resguarda el andar artístico del mundo en el corazón de Nueva York, cuyo edificio sirve como sede de importantes eventos mediáticos como lo es el Met Gala, pasarela de moda y recepción donde las celebridades hacen gala de una temática en específico, evento que ha logrado posicionar al Met en la mira de un público menos artístico y más trivial.
A la altura del Louvre en París o el Museo de Historia Natural de Londres, el Met hace lo propio en el continente americano en el centro mismo de la actividad cultural neoyorquina, ofreciendo una colección invaluable para la humanidad en un edificio de notoria belleza con Central Park a su alrededor. Al igual que muchos otros lugares de la Gran Manzana, el Met ha hecho sus cameos en el mundo cinematográfico, remarcando su icónica existencia como el museo más importante de Manhattan. Un imperdible para turistas y residentes, un museo que más que exponer arte, ofrece toda una experiencia digna de las maravillas de Nueva York.