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China no solamente se expande por el mundo a través de sus productos, sino también mediante su gente, su gastronomía y su cultura ancestral

 

La historia de la humanidad está compuesta desde sus inicios por el movimiento de los primeros grupos humanos, siendo la migración una práctica ancestral que ha contribuido a nutrir el planeta de cultura y desarrollo. Aunque hoy en día esta actividad se efectúe más por necesidad que por gusto o deseo de explorar el mundo, llegando inclusive a criminalizarse y perseguirse, la realidad es que la migración es un componente fundamental de la especie humana más que el sedentarismo y la estabilidad que ofrece establecerse en un solo sitio, el deseo de estar en movimiento es casi instintivo en nuestra composición como especie. 

La humanidad se ha esparcido por el planeta por siglos, expandiendo idiomas, tradiciones, prácticas y cultura gracias a los diferentes grupos étnicos que conforman nuestra especie, por lo que la existencia de enclaves culturales no debería extrañarnos en lo más mínimo. Las comunidades extranjeras son una realidad muy común en las principales ciudades del mundo, donde los grupos migrantes han logrado establecerse en un sitio para comercializar, habitar, compartir cultura y formar una comunidad segura a la cual acudir para sus compatriotas. Respecto a estos sitios que logran hacerse un espacio cultural a donde llegan, destacan los barrios chinos, tal vez el ejemplo más famoso de estos enclaves, todo un icono cultural de grandes ciudades como San Francisco o Nueva York, donde la comunidad china es tan fuerte que estos Chinatown parecen ser todo un país dentro de otro. 

El ADN de Chinatown

Famosos por representar a China en todos los sentidos en las principales ciudades del mundo, los barrios chinos o Chinatown representan a la comunidad china mediante sus principales atractivos culturales, como lo son su arquitectura, su gastronomía, elementos artesanales y tradiciones, siendo tanto un atractivo turístico como una comunidad segura para sus connacionales. Fáciles de reconocer gracias a sus ornamentos tradicionales característicos de la cultura china, estos barrios están compuestos por negocios de todo tipo, que van desde restaurantes hasta mercados, todo ello decorado con adornos tradicionales de china y su arquitectura emblemática. 

La oferta gastronómica, de productos y servicios que puedes encontrar en un barrio chino es inmensa, teniendo en cuenta que son el principal exportador del mundo moderno. Si bien buscas algo tradicional como ropa, artesanías, utensilios o un buen platillo chino, nada como acudir a estas comunidades que funcionan como una sucursal global de la China original, siendo su principal componente su gente. La población china que radica en los Chinatown del mundo conforma el ADN principal de estos enclaves, siendo la personificación de su pueblo y su cultura a la distancia. Quien mejor que una persona originaria de dicha nación para compartir su cultura mediante el arte, la gastronomía, la música o la arquitectura de primera mano. 

Si bien estos barrios fueron estigmatizados y perseguidos en épocas pasadas por motivos raciales y xenófobos, hoy en día forman parte de la cultura cosmopolita de las grandes capitales del mundo, las cuales hasta pueden dejar de llamarse como tal si no cuentan con su propio Chinatown en su centro urbano.

Sucursales de China en el mundo

Metrópoli que no cuenta con su barrio chino difícilmente puede llamarse ciudad cosmopolita. Los barrios chinos han logrado expandirse hasta el más lejano rincón del mundo, lugares donde uno no imaginaría una “sucursal” de China a la orden del día. Sabemos que el origen de los primeros enclaves chinos en occidente se debió a la migración masiva del pueblo chino en el pasado, hospedándose principalmente en zona cercanas como India, Japón o Vietnam, o cruzando el pacifico hasta llegar a América, siendo una de las principales comunidades chinas en el extranjero los barrios chinos ubicados en Estados Unidos, aunque la extensión de este éxodo cultural ha llegado a regiones remotas como África y el viejo continente. 

San Francisco. El barrio chino más antiguo de Norte América y el sitio que alberga a la comunidad china más grande del mundo fuera de Asia se encuentra en la ciudad costera de San Francisco. Con casi 200 años de historia, Chinatown recibe a inmigrantes chinos ofreciendo un sitio digno para establecerse al tiempo que su comercio y atractivo turístico lo posiciona como un barrio sumamente importante para la ciudad norteamericana, un lugar tan icónico que forma parte de la cultura de San Francisco hoy en día. 

Nueva York. Caótica y repleta de comercio como la ciudad que la alberga, el barrio chino de Manhattan es tal vez el Chinatown más famoso del mundo gracias a la fama que Hollywood y las múltiples películas rodadas en sus calles le han otorgado, un sitio perfecto para el turismo gastronómico contando con más de 200 restaurantes de comida oriental y una gama enorme de productos de todo tipo importados por los connacionales chinos. Un imperdible de la Gran Manzana que vale la pena explorar durante su visita.

Lima. La capital de Perú alberga otro barrio chino de gran importancia para la comunidad china en el extranjero, esta vez, en tierra latinoamericana. Se trata del barrio chino de Lima, conocido coloquialmente como el “barrio del capón” debido a la oferta de cerdo capeado tradicional de la comunidad. El barrio fundado por inmigrantes chinos ofrece una variedad enorme de platillos tradicionales que se han mezclado con la gastronomía peruana, otro de los grandes atractivos turísticos de este Chinatown sudamericano, el cual cuenta en su corazón con una de las academias de artes marciales más grandes del continente.