Buscando redefinir el concepto de torre en la actualidad, Fujimoto ha logrado conceptualizar un verdadero ícono de la arquitectura moderna
Los tiempos modernos, y en especial la arquitectura, han logrado reunir las visiones de dos de las naciones más características de Asía oriental: la de China y Japón. La primera, que busca ser el epicentro de la modernidad arquitectónica de la década ha lanzado una convocatoria a los profesionales del mundo para concebir lo que será en próximo gran hito de la arquitectura moderna en el país, y que, de paso, redefina el concepto de “torre” que la actualidad representa.
Buscando emular el fenómeno que la famosa Torre Eiffel de París desató en su momento y que hoy en día la sigue posicionando como todo un ícono y orgullo nacional, China pretende coronar el crecimiento y modernidad de su ciudad más prometedora, Shenzhen, con su propia torre icónica. Para ello, la selección de la propuesta del japonés Sou Fujimoto reúne todo lo necesario para convertir al proyecto en el próximo gran hito arquitectónico de Asia oriental y que redefine el concepto de torre en todos los sentidos, desde el estético, pasando por lo funcional e innovando en lo estructural.
Buscando la Torre del mañana
Nada puede ser más determinante e imponente que la edificación de una torre. Más que un enorme rascacielos o un complejo de colosales proporciones, una torre se alza para representar algo en concreto ante sus espectadores y el panorama que la rodea, siendo este caso, la capacidad de China de representar a la sociedad moderna del mañana, una que se muestra cada vez más diversa.
En la bahía de Shenzhen, ciudad de creciente modernidad, específicamente en el distrito de Qianhai Wan, se ha decidido construir el próximo emblema de la arquitectura moderna de China, misma que pretende representar la sociedad del mañana. La convocatoria por invitación lanzada por las autoridades, seleccionaron al proyecto del japonés Sou Fujimoto “Sky Island” como el diseño que mejor se adecua a su propósito y que innova de múltiples maneras. El estudio de Fujimoto se inspiró en gran medida en la capacidad que otros íconos arquitectónicos del mundo, como la Torre Eiffel, poseen de mantenerse llamativos a pesar del paso del tiempo para poder idear su propia propuesta que logre mantener ese asombro de manera perpetua ante el mundo.
Su propuesta, que maravilla a la vista con solo apreciar su increíble apariencia conceptual, buscará posicionar a la región como un bastión de modernidad e infraestructura con una Torre que parece flotar sobre las aguas como su principal estandarte.
Sky Island
Dejando de lado las intenciones de sus autoridades, es momento de hablar del proyecto y su innovadora composición estructural y arquitectónica. Se trata de una torre suspendida sobre las aguas, conformada por alrededor de 99 elementos que logran sostenerla y que, al mismo tiempo, le dan la apariencia de mantenerse flotante sin ningún tipo de base. Su apariencia exterior es realmente impresionante, una estructura que simula elevarse en lo alto de la costa como recién surgida de las aguas, con un estilo característico de Fujimoto.
La plataforma de observación, el principal atractivo de la torre Sky Island, ofrece una impresionante vista panorámica de la costa y de la zona urbana de Shenzhen. El recinto cuenta con un restaurante y cafetería justo en el centro y cima de la torre, que ofrece una experiencia sin precedentes para los visitantes. Además, el observatorio posee la capacidad de convertirse en un centro de exhibiciones para eventos culturales.
Sus fines recreativos y turísticos se ven garantizados por sus espacios dignos de cualquier centro urbano, que esta vez se ven elevados varios metros sobre el suelo. Jardines, fuentes, un mirador panorámico y la posibilidad de consumir alimentos y degustar arte en la cima del mundo, son solo algunas de las opciones que Sky Island, el próximo gran ícono de Shenzhen está próxima a ofrecer a la modernidad del siglo XXI.