Skip to main content

El máximo referente de centro urbano de la antigüedad clásica.

 

En la antigüedad destacan diversos centros urbanos, comerciales y culturales de renombre que hoy nos maravillan por sus composiciones, zonas geográficas, arquitectura y distribución, mismos que servirían de punto de partida para seguir construyendo estos centros de importancia social y cultural en los años venideros. Para fundar una ciudad o establecer un epicentro de comercio, religión y cultura era necesario analizar el entorno natural de la región en busca de zonas que sirvieran en favor del próximo gran centro comercial, militar y social, aprovechando las ventajas naturales tanto para el comercio, el culto o la defensa de esta. Bajo este concepto, tenemos el surgimiento de ciudades que encontraron en los ríos cercanos (Roma o El Cairo) una fuente útil de este valioso recurso para establecerse en la zona. Otras, aprovecharon las zonas aledañas como las montañas o los desiertos inexpugnables (Egipto) para fundar ciudades que aprovechan la naturaleza a modo defensivo.

Por su parte, existieron centros urbanos que encontraron en la cima más alta de las regiones el lugar ideal para edificar sus centros más importantes, tanto religiosos como culturales, alzándose por encima de la zona con una vista panorámica y defensiva de suma importancia, alrededor de la cual, la ciudad misma crecería a sus pies, destacando del panorama de forma casi divina, útil para rendir culto a deidades y ser el corazón mismo de las urbes, en este caso las famosas Polis griegas. Nos referimos al concepto de Acrópolis, Las ciudades en la cima o “Ciudad de los Vivos” en una traducción literal”, que fue el concepto que utilizaron los griegos de la antigüedad clásica para estructurar sus centros urbanos y religiosos más importantes en la cima de las regiones, usualmente ubicados sobre escarpadas montañas en busca de una zona defensiva y de altura digna de su culto divino, una forma urbanística que trascendiera a inspirar a otros civilizaciones y hoy sigue maravillando al mundo moderno por su impresionante arquitectura. 

Referente de Polis

Las grandes polis griegas destacaron de su época por su curiosa ubicación geográfica, donde destacaba su corazón o centro más importante en la zona más alta del terreno, alzándose sobre el panorama edificios religiosos y santuarios dignos de su cultura. Estos referentes arquitectónicos que reunían la actividad cultural, religiosa, comercial y hasta militar, eran conocidos como Acrópolis, las ciudades de la cima por su estratégica y defensiva ubicación escarpada y de difícil acceso durante un ataque. Estos complejos urbanos, que más tarde inspiraron a Roma y serían replicados en concepto muchos siglos después para establecer nuevos asentamientos humanos se caracterizaron, además de su posición estratégica, por sus recintos y edificaciones de carácter predominantemente religiosos, con santuarios dedicados a diversos dioses construidos de forma triunfal en lo más alto de la región, así como diverso edificios dedicados al comercio y a las artes, como los teatros.

Destaca la arquitectura clásica utilizada en estos centros urbanos, donde la arquitectura griega clásica protagoniza de manera gloriosa el entorno más importante de la ciudad, con columnas en todo edificio, el uso escultural como referente de los dioses ahí adorados, y una capacidad maestra de edificar un complejo como tal en escarpadas colinas dignas de la fantasía más olímpica.

Atenas, máximo referente

Por supuesto, la Acrópolis de Atenas, capital de Grecia, resulta ser el mayor referente de este concepto de urbanización cultural y religiosa de la época clásica de esta civilización. La Acrópolis de Atenas, levantada en la cima de la ciudad, fue el punto de partida para la edificación de la importante ciudad a su alrededor, donde destacan elementos como el Partenón, los diversos santuarios como el Erecteión, la imponente entrada a la acrópolis conocida como los Propileos, el templo de Atenea Niké, la enorme escultura de bronce de la diosa Atenea, o el teatro de Dionisio, destacaban del panorama ateniense en la cima de la región en una pequeña ciudad en la altura, demostrando la magnificencia de la cuna de la civilización. 

La gloría de este epicentro de religión y cultura en especial, llevó a su replicación a lo largo y ancho de la Grecia Clásica, destacando otras acrópolis importantes como la de la ciudad de Esparta, o su transmutación romana que inspirará los centros urbanos del imperio con el Foro Romano como su principal exponente, el cual está directamente inspirado en la forma clásica de Grecia. Las múltiples reconstrucciones en modelo y digital han hecho posible que hoy podamos tener un vistazo a detalle de lo que fueron estos centros religiosos y culturales, donde destaca la bella forma de construir ateniense de columnas, esculturas y gran tamaño, donde el color fue otro factor importante para ornamentar de la mejor manera los sitios más importantes para el culto griego antiguo.

Las acrópolis hoy representan la gloría arquitectónica de la Grecia Antigua, la devoción de sus pobladores por sus deidades y su cultura, la habilidad perfeccionista para edificar en el concepto arquitectónico, y su romántica y poética forma de indicarle al mundo de entonces y al actual, que la cima del mundo, la altura que se acerca a los cielos, es el lugar ideal para edificar el corazón de una ciudad, su sitio más importante y con el cuidado y magnificencia que esto requiere.