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El estilo de decoración reúne la ergonomía, la iluminación y la modernidad para transformar los entornos en verdaderos espacios de ciencia ficción

 

¿Alguna vez te has imaginado habitar en el interior de una nave espacial o deambular por un entorno futurista digno de una película de ciencia ficción? Lo que antes parecía ser un sueño lejano para los fanáticos de la tecnología y la ficción futurista proyectada en el cine, hoy está al alcance de todos aquellos fanáticos de la prometedora y ultramoderna visión futurista del siglo XXI. El concepto de interiorismo futurista nos acerca cada vez más a la consumación final de ese futuro proyectado en el entretenimiento, donde los entornos, más que buscar una estética ornamental se centran en funcionar en base a las necesidades de quienes los habitan.

En la actualidad, los proyectos arquitectónicos más modernos ya implementan un diseño de interiores de esta índole moderna y casi espacial, donde la limpieza visual, la iluminación, la ergonomía y la presencia de tecnologías que facilitan el desarrollo humano son los elementos que dan forma al interiorismo del mañana, aquel preconcebido en la ciencia ficción que hoy en día ya es toda una realidad. 

Inspiración Sci-Fi

Si hablamos de ciencia ficción futurista tenemos que hacer mención obligada de la arquitectura implementada para ambientar estos mundos ubicados cientos de años en el futuro o inclusive fuera de nuestro planeta. Enormes masas de metal a modo de edificios, naves levitando en el cielo, o ciudades enteras donde el gris del acero y las luces exteriores resguardan en su interior habitaciones de blancos inmaculados, corredores de formas sinuosas con transparencias, y un sistema tecnológico que cada vez deja de parecernos ficción y comienza a conectarse con la realidad; son algunos de los recursos más comunes para ejemplificar el mañana de la humanidad. 

Por años la industria del entretenimiento ha fomentado esa percepción espacial y altamente tecnológica de lo que será la arquitectura del mañana, razón por la cual todo se convierte en luces, robótica y tecnología al servicio de la humanidad cuando nuestra mente intenta visualizar el mundo que aún está por llegar. Lo que en su momento comenzó solamente como una idea para tratar de dar forma a un futuro que era imposible de concebir de forma prematura, hoy comienza a materializarse ante nuestros ojos en gran medida gracias a la arquitectura y su gran funcionalidad respecto al desarrollo de la sociedad. 

Sabemos que la edificación ha sido el eterno aliado de la humanidad para dar forma al presente y lograr marcar los periodos históricos de nuestra especie, por lo que no es de sorprender que la arquitectura, en especial el interiorismo, se manifiesten como los actuales responsables de moldear, a nuestra visión y requerimientos, al mundo moderno.

Minimalismo en el entorno

Pues bien, al hablar del interiorismo del futuro, una tendencia de un pasado no tan lejano hace su triunfal aparición para contribuir en la visión de la decoración del mañana. Se trata del minimalismo, el estilo de decoración que aboga por el uso mínimo de elementos en el entorno para hacer más funcional su utilidad. Dentro del interiorismo futurista, el minimalismo promueve el uso de menos mobiliario, menor decoración ornamental, y busca la implementación de un diseño amplio, espacioso y bien iluminado. La comodidad que busca ofrecer este tipo de interiorismo concentra su atención en utilizar solamente los elementos necesarios en las estancias, eliminando cualquier objeto, ya sea de mobiliario o de diseño, que no contribuya a este concepto.

El uso de luces se vuelve un excelente aliado para dotar a estos espacios una apariencia más amplia, pulcra y funcional en cuanto a mostrar en su totalidad lo que conforma el entorno. Esta iluminación puede lograrse de forma natural mediante ventanales amplios o tragaluces estratégicamente colocados, o mediante una fuente artificial, siendo esta última de naturaleza sustentable, ya que el interiorismo futurista busca alcanzar esta naturaleza cero digna de un futuro sostenible. 

Diseño sin precedentes

Las formas dinámicas representan la modernidad del futuro, por lo que su implementación refuerza esta percepción de haber alcanzado el triunfo del potencial humano. En palabras menos románticas, el uso de formas curvas que representen movimiento, o rectas y angulosas que manifiesten la modernidad, son características de esta tendencia creciente en el mundo de la decoración. Diseños orgánicos en exageración o rectos que muestran una rigidez casi perfecta son los extremos que busca implementar el futurismo en la decoración, alejándose completamente de la decoración de interiores convencional y hogareña, donde la naturaleza y la calidez del hogar no tienen lugar en absoluto.

Si bien lo anterior podría hacer que este estilo de decoración pueda considerarse frío y carente de valor emocional, la realidad es que su implementación busca más la funcionalidad y la renovación estética que realmente ofrecer un sitio emocionalmente atractivo. Por lo anterior, la ergonomía es de suma importancia al momento de diseñar y planificar recintos modernos de tintes futuristas. La funcionalidad recae en la distribución del espacio de forma que sea lo más eficiente para su uso, así como en el mobiliario ergonómico que se adapte al uso y actividades de sus residentes. En resumen, el diseño futurista planifica y estructura el entorno para servir al usuario.

Los materiales, la estructura del mañana

Establecidos los parámetros espacio, iluminación, minimalismo y funcionalidad, es momento de hablar de los materiales que otorgan al interiorismo futurista su apariencia característica y visionaria. El metal, el eterno aliado de la edificación, hoy se encuentra en la frontera de la innovación, transformando su capacidad moldeable para generar nuevas estructuras poco convencionales y de apariencias únicas. Por ello, el acero, principalmente con acabados brillantes y cromáticos, representa a la perfección la modernidad de un nuevo tipo de diseño de interiores, que sumado a formas dinámicas y en movimiento, nos acercan a ese añorado concepto del futuro que hoy es una realidad.

Las transparencias proporcionadas por el vidrio y los polímeros traslucidos suman a esta apariencia ultramoderna, ya sea de forma meramente estética o como parte de la estructura. Los colores son otro factor importante en la estética futurista. En el estilo predominan los colores neutros y lisos, como el blanco y el gris que en contraste con luminosidades llamativas generan esta atmósfera científica y espacial. Además, la limpieza de su neutralidad amplifica los entornos dando una apariencia más amplia y pulcra.

Tecnología revistiendo todo

Por último, el elemento que termina por consagrar a un entorno como algo digno del futuro es la tecnología. Los gadgets que faciliten la actividad humana dentro de los espacios ofrecen esa naturaleza ultramoderna que caracteriza este estilo otrora ficcional, y que hoy, con el trepidante avance tecnológico en constante transformación, hace posible que los recintos, desde casas y oficinas, hasta edificios enteros, pueden funcionar de manera automatizada, justo como la ficción del cine lo proyecto décadas atrás.

La domótica, el Internet de las Cosas, y actualmente, la sustentabilidad, son las tecnologías más sobresalientes en la actualidad, mismas que en combinación con los elementos de diseño futurista terminan por concebir el tan ansiado entorno de ciencia ficción que muchos soñaron con habitar algún día. 

Aunque este tipo de interiorismo pudiese parecer costoso con todo los materiales, diseños y tecnologías que requiere para su consagración, ya es una realidad dentro de la industria arquitectónica, donde su creciente implementación es toda una tendencia de diseño que en los próximos años traerá consigo toda una ola de edificaciones de tintes futuristas, altamente tecnológicos y sostenibles, que en apariencia finalmente consagrarán una era arquitectónica heredada de la ciencia ficción.