La ciudad que vio de primera mano el renacimiento italiano en todo su esplendor.
No existe una ciudad más renacentista que la magnífica y legendaria ciudad de Florencia, en la Toscana Italiana, cuna de artistas y obras emblemáticas de este periodo histórico repleto de arte, cultura y descubrimiento. La antigua capital de la República de Florencia es hoy un portal al pasado renacentista, con sus calles, plazas y edificios en tan buen estado que sumergen a los visitantes en una experiencia muy cercana al periodo humanista con obras de arte e historias en cada rincón de la ciudad de tejados rojos.
La ciudad de los Médici resguarda en su extensión todo tipo de joyas culturales que van desde esculturas de excepcional trabajo escultórico hasta obras arquitectónicas icónicas que colocan a Florencia como un centro turístico renacentista por excelencia y un museo vivo para los visitantes de todas partes del mundo. Hogar del magnífico David de Miguel Ángel o la impresionante catedral de Santa Maria del Fiore, Florencia es todo un destino por conocer.
Florentia
La historia de Florencia comienza siendo fundada por Julio Césaren el año 59 a.C., siendo en un principio un lugar de descanso para los soldados veteranos del Imperio, siendo su trazado y planificación urbana la de un campamento militar. Su florecimiento vendría con la Edad Media, donde la ciudad crecería en tamaño y relevancia para la Europa Medieval. Uno de los grandes aportes florentinos de este periodo histórico para el viejo continente fue su moneda, el Florín de Oro, la cual se convirtió rápidamente en una de las monedas más poderosas de Europa, siendo los bancos de Florencia y sus sucursales alrededor del continente de los más confiables e importantes, y el florín de la República de Florencia la moneda dominante.
El periodo medieval dejaría disputas y personajes importantes al mundo occidental, como lo fue el poeta exiliado Dante Aligheri, autor de la Divina Comedia y partícipe político del conflicto entre el Imperio Germánico y la facción papal. La llegada del renacimiento traería consigo el dominio de una de las familias más importantes de la Italia renacentista y de toda Europa: Los Médici.
El mecenazgo florentino
Durante el renacimiento, Florencia se convirtió en una ciudad repleta de arte y cultura, un atractivo para artistas de todas partes de Europa, pues la ciudad se convirtió rápidamente en un bastión de mecenazgo capaz de patrocinar a Genios como Da Vinci o Miguel Ángel, siendo los Médici, amos y señores de Florencia, los mecenas más importantes del periodo. Gracias a este constante financiamiento de las artes y la arquitectura, Florencia vería crecer su entorno, embellecido por los artistas y demostrando el dominio de la República sobre la Toscana y sus alrededores, siendo rivalizada solamente por el Papa de Roma y sus estados pontificios.
Los tesoros de Florencia
El medievo y el renacimiento dejarían a la ciudad algunos de los recintos y obras artísticas más icónicas de ambos periodos y de la ciudad misma, hoy capital cultural renacentista que resguarda algunos de los tesoros más importantes para el arte renacentista.
Palazzo Vecchio: hoy sede de la alcaldía de la ciudad de Florencia, el Palazzo Vecchio fue la residencia de los gobernantes de Florencia por muchos años, siendo el primero en instalarse en la fortaleza Cosme I de Médici. Su construcción, que incluye un edificio de apariencia cuadrada y una torre hoy icónica, fue concluida cerca del año 1314.
Santa Maria del Fiore: una de las catedrales medievales góticas más importantes del mundo es la sede de la arquidiócesis de Florencia, la catedral de Santa María del Fiore, famosa por su espectacular arquitectura gótica y su cúpula renacentista de tejas rojas y enormes proporciones.
Ponte Vecchio: uno de los puentes más famosos de la historia es el Ponte Vecchio, principal conector entre el Palazzo Vecchio y el Palazzo Pitti, que cruza el Rio Arno en su punto más estrecho. Se trata de un puente habitado que hoy contiene múltiples puestos comerciales y es parte del conocido corredor Vasariano.