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El modelo de alojamiento que cambió el hospedaje moderno hoy vive su más grande crisis. 

 

La forma de hospedarte al viajar por el mundo por mucho tiempo fue cosa de la industria hotelera alrededor del planeta, donde las grandes cadenas hoteleras se llevaban la mejor parte de este gran negocio llamado turismo. Si bien los hoteles más pequeños se hacían su espacio en este mercado tan competitivo, la realidad es que el monopolio hotelero fue por décadas la realidad para los viajeros que buscaban toda clase de alojamiento en cualquier parte del mundo sea cual fuese el motivo de su viaje. Desde viajar por negocios o simplemente para vacacionar, los hoteles llegaron a ser la única opción para los viajeros, teniendo que adecuarse a los estilos de alojamiento, cuotas de hospedaje y servicios cada vez más arcaicos y poco atractivos.

El nuevo milenio llegó para cambiar este modelo de negocio con la llegada de una alternativa bastante disruptiva en el mercado que hizo posible para los turistas la posibilidad de elegir el lugar, la zona y el estilo de alojamiento preferido para llevar a cabo su viaje. De pronto los hoteles en la zona ya no eran la única opción para el turismo, sino que había más alternativas cercanas al sitio de tu viaje, departamentos, casas, cabañas y hasta cuartos individuales dispuestos para el uso de los viajeros de manera directa con su anfitrión en un modelo de negocio que hizo más cercano y sencillo encontrar alojamiento en cualquier parte del mundo.

Los Airbnb cambiaron la forma de viajar, ofreciendo hace poco más de una década la posibilidad de elegir tu alojamiento según tus preferencias más quisquillosas o que simplemente se ajustaran a tu presupuesto. Para esta generación, los hoteles quedaron en el pasado, dando paso a un alojamiento más íntimo, cómodo, que ofrecía una experiencia diferente, la de vivir realmente en la ciudad visitada, algo que un hotel difícilmente logra proveer. Pero, así como Airbnb llegó para cambiarlo todo, hoy vive su mas grande crisis, y aquí vamos a contarte todo al respecto.

Nuevo modelo de hospedaje

El gran hit de la industria hotelera y su modelo de negocio reside en la posibilidad de ofrecer un lugar de descanso para los huéspedes dotado de las comodidades más básicas como cama, ducha y hasta desayunos. Si bien este negocio funcionó por muchos años como la forma idónea para hospedarse en cualquier lugar del mundo, hoy parece haber encontrado un fuerte rival que acompaña la nueva forma de viajar de esta generación, aquella que busca una experiencia más que un simple lugar para dormir y ducharse.

La posibilidad de sentir que realmente estás viviendo en otra ciudad o en el destino que elegiste para viajar es una experiencia que vale la pena, y un hotel raramente logra proveerte de ello. Pero con un Airbnb es más que posible, puesto que más que tratarse de un sitio de alojamiento sus espacios brindan la experiencia de habitar ciudades, pueblos, playas, etc., como si de un local se tratase. Con mayor accesibilidad, flexibilidad en cuanto a huéspedes, más económico, mejores ubicaciones y mayor cupo a lo largo y ancho de las ciudades, playas y pueblos, Airbnb es hoy la alternativa número uno para el turismo contemporáneo.

Auge de alojamiento

A más de una década de su surgimiento, Airbnb hoy está en todas partes del mundo, ofreciendo alojamientos de todo tipo que se ajustan a todo tipo de preferencias, comodidades, amenidades y presupuestos. Viajar es más cómodo con esta alternativa de hospedaje, donde la comunicación entre huésped y anfitrión es casi inmediata e instantánea, y la posibilidad de encontrar el alojamiento perfecto está a tan solo una página web y aplicación móvil más que intuitiva y clara, donde las reseñas, calificaciones e información mostrada por el host hace más que clara la forma de encontrar el alojamiento ideal. Pero como todo modelo perfecto, llega el punto en que debe enfrentar su más grande reto, y la era post pandemia se ha convertido en una crisis para esta modalidad de hospedaje.

Debacle post COVID

El modelo de negocio de Airbnb es perfecto, claro y cómodo para una generación que encuentra en la era digital su principal herramienta de comunicación. Lamentablemente, son algunos factores externos los que hoy ponen en crisis a la revolución del hospedaje contemporáneo, siendo principalmente la era post COVID el gran obstáculo del turismo moderno. Si bien la pandemia parece haber quedado en el pasado, 2023 registra un descenso notable en la cantidad de reservaciones y de turismo alrededor del mundo, algo propiciado por la nueva normalidad y el distanciamiento social que parece haberse quedado arraigado en la sociedad de hoy en día.

Esta poca afluencia de viajeros ha hecho que el modelo de negocio de Airbnb hoy pase por una crisis de poco alojamiento incluso en temporadas altas, situación que sólo se ve empeorada por la polémica que en algunos países como México viene acompañada de una crisis inmobiliaria que pone a este negocio como responsable de la poca posibilidad de encontrar una vivienda digna en las grandes ciudades del país o que generan especulación y altos costos de renta y compra de vivienda departamental, pasando directamente a convertirse en Airbnb y promoviendo la gentrificación.

Poca afluencia, inflación contemporánea y una mala fama de esta coludidos con una nueva mafia inmobiliaria hacen que Airbnb hoy no sea tan atractivo como los años anteriores a la pandemia, y que hoy la gente lo piense mejor antes de buscar un alojamiento en dichos espacios, optando por viajar de otra manera o regresar a considerar hospedarse en hoteles nuevamente. Si bien sigue siendo una excelente alternativa para viajar, y muchos de sus alojamientos son verdaderos must para viajeros, parece que esta modalidad podría atravesar un reajuste en su operatividad pronto si quiere adaptarse a un nuevo mundo post pandemia, lejos de los altos costos y las polémicas inmobiliarias en todo el mundo.