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Edificando en medio de la selva.

 

La civilización Maya es una de las más antiguas de Mesoamérica, tan impresionante como enigmática, ya que de entre todos los datos que conocemos hoy en día de esta cultura sumergida en la selva, destaca su misteriosa desaparición y el abandono de sus recintos más importantes. Ubicados en gran parte de Centroamérica y el sureste de México, ésta brillante y enigmática civilización dejaría una huella que hoy sigue fascinando a arqueólogos e historiadores, una serie de vestigios que van desde la labor escrita y artística hasta el levantamiento de edificaciones de gran esplendor en medio de la vasta selva centroamericana y peninsular mexicana, donde hoy en día se alzan entre los árboles y las planicies de verde infinito piramidales y recintos de culto que nos arrojan datos arquitectónicos de lo que fue una de las civilizaciones más maravillosas de la humanidad.

Con alrededor de 8 mil años de historia, o al menos si nos remontamos a sus orígenes más precisos, la cultura Maya se encargó de atender una serie de actividades que hoy la convierten en una de las más diversas y adelantadas a su tiempo del andar histórico de las civilizaciones antiguas, destacando su dominio de la medicina, la astronomía, la política, el lenguaje, las matemáticas, las artes, la religión, el estudio de la naturaleza y sus beneficios, y por supuesto, la arquitectura, donde demostraron un dominio de la ingeniería, la construcción, la planificación estructural y el embellecimiento de sus recintos por medio de la ornamentación escultórica y de grabado, destacando el elemento principal en este propósito arquitectónico la manifestación religiosa de su cultura. 

Como arquitectos, los Mayas dejaron un acervo en medio de la selva y en las costas del Caribe, construcciones que se caracterizan por poseer un sentido astronómico de gran importancia, estar revestidos por el arte y la escultura, y por ilustrarnos mejor sobre el estilo de vida de una cultura que hoy parece haber desaparecido por completo, dejando al estudio y al descubrimiento la tarea de descifrar cómo fue en su mejor época esta civilización ancestral.

Construcción Maya

Hablar de la civilización Maya podría tomarnos muchísimo tiempo, ya que, su vastedad y múltiples contribuciones son inmensas, por lo que nos concentramos en enfocar nuestra atención a su acervo arquitectónico, admirando la complejidad y belleza de sus centros urbanos, templos y pirámides sumergidos en la selva. Hablar de los Mayas es hablar de sus pirámides, obras arquitectónicas que se diferencias de sus hermanas por el resto de mesoamérica por su perfección geométrica y enorme labor de embellecimiento religioso, edificios que maravillan a espectadores por su ubicación casi fantástica en medio del verde de la selva peninsular y centroamericana.  

Las pirámides mayas son todo un referente de esta cultura y del mundo antiguo mesoamericano, destacando por su complejidad arquitectónica comúnmente escalonada, rematada siempre por un sitio de culto o templo en la cima de su altura. Construidas en roca y embellecidas por el arte de esta civilización, predominantemente religioso, las pirámides y palacios se caracterizan por su color, su ubicación geográfica rodeada de naturaleza, y una orientación astronómica que contribuye a este sentido místico que rodea el misterio de una civilización desaparecida. Los Mayas destacaron en su edificación de la misma forma que lo hicieron con sus ciencias y artes, de forma sublime, dejando como legado al mundo contemporáneo edificaciones que perduran aún estando sumergidas en la vastedad de la jungla Maya.

Ornamentos mesoamericanos

Al igual que el resto de civilizaciones mesoamericanas prehispánicas, los Mayas decoraron todo cuanto podían con sus artes manifestando su religión, destacando de esta labor ornamental el uso de máscaras, esculturas, grabados y piezas decorativas que hacen alusión a sus dioses y creencias. Sus características principales son la colocación de máscaras y grabados sobre muros exteriores, decorando palacios y pirámides con imágenes alusivas a entidades divinas y toda clase de arte en colores. 

Los arcos mayas son otro elemento decorativo de suma importancia para los centros urbanos de la época, construcción que se repite una y otra vez a lo largo de vasto territorio que abarcó esta civilización en medio de la selva al Sur de México y parte importante de Centroamérica. Finalmente, las escalinatas son uno de los elementos más comunes tanto en centros, palacios y pirámides, un recurso que caracteriza esta icónica arquitectura antigua que inclusive se ve reflejada en estructuras piramidales, ya que si por algo se caracterizó el levantamiento de pirámides en la cultura Maya, fue por su altura y tamaño. 

La complejidad arquitectónica de la civilización Maya sólo puede ser completamente entendida al estudiarla con detenimiento y aprender de cada uno de los elementos que la componen. Sus obras esparcidas por la selva dejan maravillosas y exóticas postales que en su mejor momento habían sido obras de impresionante belleza, y que hoy, siguen cautivando la atención del mundo moderno sobre el misterio que encierra esta civilización y su legado que destaca en su aspecto arquitectónico por obvias razones.