El detective más famoso de todo Londres.
Si algo podemos afirmar del Reino Unido es que es una cuna cultural como ninguna otra, en especial en el tema literario. Jane Austen, Charles Dickens, George Orwell, J. R R. Tolkien, Mary Shelly, Oscar Wilde, Roald Dhal, J. K. Rowling, C. S. Lewis, Agatha Christie, en fin, decenas de genios de las letras han surgido de las regiones británicas para brindar al mundo de historias de todo tipo, desde dramas y romances hasta el terror más inquietante, desde la fantasía épica hasta la ciencia ficción más visionaria, los autores británicos se destacan por su hábil prosa, su ingenio literario, y por contribuir a la riqueza cultural de occidente mediante sus libros, hoy tesoros de la humanidad.
Pero destaca de entre ellos un autor que ha hecho un trabajo tan pulcro y exquisito, que uno de sus personajes, seguramente el más famoso de ellos, se ha convertido en un referente de su género, un personaje que ha cruzado casi los límites de la ficción y la realidad gracias a su precisión y fama. En 1887, de la mano de un prodigioso oftalmólogo gustoso de escribir, el detective londinense más famoso de todos los tiempos, Sherlock Holmes, cuyas aventuras literarias se convirtieron en clásicos de la literatura universal, apareció por primera vez en la revista The Strand, cambiando la historia literaria londinense para siempre.
Arthur Conan Doyle
El creador del detective más famoso de la literatura no siempre tuvo claras sus intenciones de convertirse en autor ni mucho menos llegar a ser la leyenda que es hoy en día. Nacido en Edimburgo, Conan Doyle se educó para convertirse en médico, llegando a ejercer su profesión por varios años durante su juventud, teniendo como principal pasatiempo la escritura, cuyos trabajos publicó en diversas revistas antes de dar ese gran acierto que hoy conocemos como Sherlock Holmes, siendo su primera historia, Estudio en escarlata el relato que presentaría por primera vez al carismático y atrapante personaje fumador de pipa y amante del violín, sino que colocaría a Conan Doyle entre los mejores de su época.
En 1887, después de ejercer su profesión de médico a bordo de varios buques en alta mar, se mudaría a la ciudad de Londres para convertirse en oftalmólogo, donde, a pesar de su esfuerzo y profesionalismo dentro de su área, su clínica pocas veces sería visitada, por lo que aprovechó en gran parte su tiempo libre para escribir sus relatos, de entre los cuales destacaban las historias sobre un detective perspicaz y deductivo, un personaje lleno de habilidades dedicadas a resolver los más intrigantes misterios en la ciudad de Londres, un investigador privado con sede en el 221B de Baker Street, cuyas aventuras serían contadas a través de los ojos de su compañero, el Doctor Watson. Y así, con su famoso primer relato, Estudio en escarlata, Sherlock Holmes llegaría a la literatura británica para quedarse.
Canon Holmesiano
El mítico detective de Londres tiene un compendio de historia extenso y bien trabajado, donde Conan Doyle nos presenta un personaje habilidoso y sumamente inteligente, cuyas características más relevantes revelan a un Holmes culto, seguidor del conocimiento científico, experto en el cultivo de flores, fumador de pipa, experto del disfraz, atlético practicante del boxeo, y claro, una excelente percepción de los detalles que hacen de su habilidad deductiva su rasgo más importante dentro de su Lore. respecto a lo anterior, la narrativa de Sherlock Holmes se compone de 4 novelas y alrededor de 56 relatos cortos, compendio que hoy es conocido como Canon Holmesiano, donde Sherlock en compañía de su compañero y amigo John Watson, se disponen a investigar y resolver los casos más interesante, con villanos tan míticos como el detective mismo, siendo el Doctor Moriarty el más importante de ellos.
El detective de aspecto delgado y actitud tranquila apareció por primera vez en la revista londinense The Strand Magazine, una publicación mensual que se dedicó hasta los años 30 a publicar relatos de muchos autores de la época, siendo el detective de Conan Doyle un favorito de los lectores, que trascendería de la revista a sus propias ediciones con el paso del tiempo hasta convertirse en lectura obligada para los amantes del género, un precursor de las historias de detectives, inspirando a cientos de autores posteriores a su llegada.
Arthur Conan Doyle, nombrado caballero de la Orden del Imperio Británico en 1902, escribió todo un universo alrededor de su más famoso personaje hasta su muerte, dejando un legado que difícilmente podría igualarse. Ícono literario del siglo XIX inglés y creador de una figura como Holmes, Sir Arthur Conan Doyle hoy es reconocido como un padrino de la literatura policiaca y la ciencia ficción, por lo que el detective londinense hoy es su gran legado que lo coloca como uno de los genios de la narrativa del siglo XIX.