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Las viviendas en línea que llenaron las calles de Nueva York con su piedra rojiza. 

 

Habitar en Nueva York podría ser el sueño de muchas personas que ven en esta gran ciudad un oasis de oportunidades al ser el centro de la actividad humana misma del mundo occidental. En cada esquina hay algo por ver, por hacer, por presenciar y por vivir, algo que hace tan única a la Gran Manzana comparada con otras capitales del mundo moderno. Por ello, es todo un sueño digno de los trotamundos cosmopolitas el lograr habitar en sus departamentos en medio de toda esa jungla de rascacielos y comercios, pues nada podría acercarte más a prácticamente todo que vivir en la capital del mundo.

Pero soñar es sencillo, más cuando la vivienda en Nueva York parece estar relegada a complejos departamentales y grandes edificios residenciales a los que sólo algunos, principalmente los mismos neoyorquinos pueden acceder. La oferta residencial existe a pesar de esto, variando en su naturaleza vertical como residencial, pues, contrario a lo que se piensa, existen casas en la Gran Manzana y no todo son departamentos en las alturas. Estas residencias son peculiares y se diferencian de la clásica vivienda suburbana americana, siendo las casas en Nueva York pequeños edificios de varios pisos que ofrecen ya toda una vista icónica de algunos barrios como Brooklyn o Harlem.

Hoy analizaremos un tipo de vivienda clásica de Nueva York, icónica y de aspecto clásico digno de una Nueva York de mediados del siglo XIX que hoy es todo un sueño residencial para habitar: los famosos departamentos Brownstone, las residencias en línea de piedra rojiza.

Vivir en la Gran Manzana

El sueño de muchos, la realidad de otros; habitar en Nueva york está lleno de posibilidades respecto al estilo y calidad de vida, donde las oportunidades laborales y recreativas pueden estar a dos calles de tu departamento. Los medios y la industria del entretenimiento han vendido esta idea de habitar la Gran Manzana con series como Friends o How I Met Your Mother, donde tener como roomies a tus amigos y vivir a tan solo dos estaciones del metro de Nueva York es todo un sueño cosmopolita.

Dentro de Nueva York no existe esta idea de viviendas suburbanas de amplios jardines con garaje en grandes vecindarios típicos de la vida estadounidense. La gran ciudad tiene un espacio limitado, que si bien es bastante grande, está estructurada de manera que todo debe encajar de manera compacta, especialmente en Manhattan donde el trazado de la ciudad ha dado pie al nacimiento de estas viviendas Brownstone. En Nueva York podemos vivir en altos rascacielos residenciales de moderna arquitectura, dignas de un sector de la población con gran poder económico. Por otra parte tenemos las alternativas Studio y Loft, que ofrecen la oportunidad de habitar edificios de altura de menor modernidad y lujo. Por último y no menos importante, están las viviendas railroad y los departamentos Brownstone, ambas residencias de varios pisos que se ubican en las zonas residenciales de los diferentes barrios de Nueva York, siendo Brooklyn y Manhattan sus principales sedes.

Brownstone apartment

Si lo tuyo, al menos en ese sueño cosmopolita, no es vivir en las alturas de un edificio neoyorquino, existe un estilo de vivienda tan característico de Nueva York que probablemente hayas visto anteriormente en alguna serie, película o en internet y hoy te parecerá conocido debido a su icónica apariencia. Las casas o departamentos tipo Brownstone son todo un clásico de la vivienda en la gran ciudad, casas edificadas a mediados del siglo XIX que hoy se mantienen como residencias de hermosas fachadas de piedra rojiza e interiores dignos de una época vitoriana. 

Su nombre deriva de la piedra brownstone, un tipo de piedra arenisca de color marrón rojizo que da su peculiar apariencia en las calles de Manhattan, precisamente en Harlem o en los Upper East and Weast sides, siendo Brooklyn otro barrio con este estilo de vivienda popularmente conocido. A nuestros días, estas residencias que anteriormente fueron el hogar de grandes familias con poder económico relevante, hoy son mansiones dignas de habitantes con el mismo poder económico, las cuales comúnmente son habitadas por celebridades debido a la belleza de sus barrios excepcionalmente cuidados.

Íconos residenciales 

Estas casas de alrededor de 4 pisos de altura desfilan por las calles retículas de Manhattan y Brooklyn como un desfile de piedra rojiza, arbolados frente a su acera principal y escaleras que marcan el acceso principal a su interior, brindando postales únicas de la belleza residencial de Nueva York que contrasta con la urbanización de sus rascacielos y grandes avenidas.

Entre sus principales características se encuentran su altura y distribución, siendo bastante grandes y contando con hasta 4 niveles, un sótano, y un patio trasero con jardín. Sus fachadas suelen ser similares unas a otras debido a que fueron construidas en su mayoría, dependiendo de su zona, con un mismo diseño por una misma constructora, por lo que comparte elementos ornamentales que las convierten en un deleite icónico poco común en grandes ciudades como Nueva York.

Su puerta de acceso suele ser un lugar icónico en su apariencia, siendo los arcos ornamentales y sus puertas de madera gruesa un vistazo al pasado de Nueva York del siglo XIX. Sus escaleras de acceso o stoop también son un atractivo visual de gran relevancia en este estilo, haciendo de su primera planta un sitio elevado al nivel de la calle por razones pasadas como lo fueron la suciedad de los caballos dejada en las calles.

Si hablamos de la residencia clásica de Nueva York hablamos del estilo Brownstone, aquel que logró edificar viviendas dignas en una ciudad en crecimiento en el siglo XIX que se acopló a la perfección con el controvertido trazado de los Comisarios de 1811. Hoy estas residencias son un atractivo turístico, un imperdible para los amantes de la arquitectura residencial, una foto obligada para visitantes y un tesoro que identifica a la vivienda de Nueva York más allá de su urbanización vertical. Solo basta con mirarlas para desear automáticamente entrar por sus puertas y habitar en su interior en una residencia clásica en medio de la jungla de cemento, con Central Park a la vuelta de la esquina.