Una de las ciudades más impresionantes y ricas en arte y cultura del mundo.
Venecia, la famosa ciudad sobre las aguas de la laguna del mismo nombre al norte del Mar Adriático, es una de las maravillas arquitectónicas del mundo occidental, una leyenda viva de otra época en la región italiana que hoy se alza como uno de los grandes atractivos turísticos de la península por su peculiar naturaleza fluvial. Sus más de 118 islas constituyen toda una experiencia para locales y turistas que buscan adentrarse en otra época, una donde la ciudad de canales a modo de calles representó ser una de las grandes encrucijadas comerciales y navales de la antigua Europa. Patrimonio cultural de la humanidad, Venecia es una de las grandes obras de ingeniería de la historia humana, constituyendo todo un tesoro cultural tanto por su naturaleza única, su arquitectura, el arte que resguarda y la importancia turística de esta ciudad ante el mundo.
Proeza de ingeniería
Los orígenes de Venecia se remontan al siglo V, siendo en sus inicios un archipiélago lejos de ser la maravilla arquitectónica que es hoy en día. Con el paso del tiempo la ciudad iría incrementando su territorio mediante la creación de islas artificiales que constituyeron toda una proeza para su época. Los primeros pobladores encontraron en la zona pantanosa de Venecia un refugio contra las invasiones bárbaras en tierra, comenzando la edificación de islas artificiales temporales que el paso del tiempo convertiría en su residencia permanente por su protección natural contra cualquier ataque proveniente desde la costa.
¿Pero cómo construyeron toda una ciudad sobre las aguas pantanosas? Pues el éxito de esta ciudad marítima se encuentra en el uso de la madera debajo de ella. La construcción de Venecia tiene como cimentación millones de troncos de madera de alrededor de 4 metros de largo sumergidos en la arena. Todas estas estacas funcionan como soporte para las posteriores construcciones de la superficie que hoy en día sostienen las más de 180 islas que comprenden la entonces capital de la República de Venecia.
Las estacas de madera, ajenas al oxígeno y las bacterias de la superficie, mantendrían su fortaleza para sostener la ciudad sobre la laguna, enriquecidas por las sales del mar que las convertirían en pilares rígidos como rocas y darían pie a un crecimiento exponencial del archipiélago artificial hasta convertirlo en todo un baluarte naval y comercial.
Encrucijada comercial
Su ubicación geográfica convertiría a Venecia en una ciudad sumamente importante para el comercio, la cultura y la vida naval. Siendo encrucijada de grandes imperios y rutas comerciales, Venecia lograría adquirir el poder y la importancia suficiente para mantener su independencia por muchos años, gobernada por sus famosos Dux y defendiéndose bien de cualquier ataque terrestre y naval. Tras la caída del Imperio Bizantino y el descubrimiento de América, las rutas comerciales cambiarían y Venecia entraría en un periodo decadente que solo se vería rescatado con la llegada del renacimiento italiano y el florecimiento del mecenazgo y las artes.
Baluarte artístico
La ciudad hoy es conocida por albergar numerosos tesoros renacentistas y poseer una arquitectura digna de la época. El renacimiento en Venecia convertiría a la ciudad fluvial en un bastión de mecenazgo sumamente atractivo para los artistas de la región, pues representaba un patronaje asegurado por parte de políticos, la iglesia y los comerciantes ricos de la ciudad. Esta situación devolvería la gloria a la ciudad y volvería a ponerla en el mapa como un sitio de riqueza cultural y artística que hoy es uno de sus grandes atractivos.
Otro aspecto que hace de Venecia una ciudad rica en cultura es su famoso carnaval, que a diferencia de otros carnavales alrededor del mundo, no se centra en la fiesta, el baile y la estrafalaria decoración, sino que mantiene una tradición de máscaras, atuendos y festividades y eventos dispersos por la ciudad a lo largo de 10 días, fenómeno que hoy es uno de los grandes ganchos turísticos de la ciudad de los canales y las góndolas.
Venecia es un sitio legendario que ha logrado perdurar a lo largo de la historia, sorteando conflictos, crisis y hoy en día una problemática climática respecto al aumento del nivel del mar, que compromete cada año más su naturaleza y amenaza su patrimonio. Una probable realidad es que, pese a los esfuerzos por mantenerla a flote e intacta, Venecia terminará en unos años sumergida por las aguas del Mar Adriático, un destino si bien triste también inevitable frente al avance de la naturaleza. La ciudad que desafía el poder del mar hoy sigue atrayendo turistas de todo el mundo, por lo que visitar este recinto único mientras sea posible será toda una experiencia para nuestros tiempos.