Skip to main content

El periodo de paz anterior al siglo XX se caracterizó por los avances tecnológicos, industriales, la promoción cultural y la exploración del mundo moderno. 

 

Existió una época en el mundo occidental caracterizada por la prosperidad y la paz entre naciones, una época anterior a los grandes conflictos bélicos del siglo XX que marcarían un episodio oscuro en la historia humana. Esta época vio de primera mano avances tecnológicos sin precedentes, el progreso de la industria occidental y un auge de cultura y descubrimiento que hoy en día es conocido por diferentes nombres según el país donde se narre la historia de este periodo de la historia conocido como la Belle Epoque o Época Bella, episodio histórico que abarca desde el final de la guerra franco-prusiana en 1871 y concluye en el trágico inicio de la Primera Guerra Mundial en 1914, representando la belleza pacífica de una época anterior a los horrores bélicos característicos del nuevo siglo. 

Época Victoriana, la Paz Armada, la Segunda Revolución Industrial, El Porfiriato; la Belle Epoque se reconoce por mucho nombres que engloban el país y la situación social y política acontecida en sus respectivos territorios, pero que en común tienen las mismas características sociopolíticas, económicas, tecnológicas y artísticas, siendo este periodo el auge del Art Nouveau, la exploración del mundo exterior por parte de los grandes imperios europeos, y testigo de grandes avances tecnológicos como el telégrafo y la aparición de los barcos a vapor, el ferrocarril, el automóvil, la aviación y el teléfono.  

El progreso occidental

La Belle Epoque caracteriza el periodo de transición del mundo occidental a la modernidad caracterizada por el avance tecnológico y el progreso humano, teniendo como principales motores la ciencia, el capitalismo y el progreso mismo del mundo con miras a alcanzar una realización de superioridad industrial, social y política ante el resto del mundo. Es en esta época donde los grandes imperios y reinos de Europa buscan extender sus dominios y compartir su estilo de vida occidental con otras naciones mediante el colonialismo de África y otras zonas del mundo, práctica que les haría acreedores de recursos y mano de obra para sostener la hegemonía de las grandes naciones, siendo la principal el Imperio Británico, el gran ejemplo a seguir. 

En esta época las sociedades se transformaron en favor de la cultura, la moda, las nuevas tradiciones, el poderío económico familiar y por supuesto, las artes, siendo este periodo el gran surgimiento del “Arte Nuevo”, mejor conocido como Art Nouveau o modernismo, que llegaría para transformar las vanguardias en favor de la naturaleza, la belleza humana (principalmente la femenina) y una arquitectura renovada con miras a la modernidad del siglo XX que se alejaba de los estilos clásicos predominantes en el siglo XIX.

El porfiriato en México

Si bien en Europa la Belle Epoque fue conocida por muchos nombres y similar en características, en nuestro país este periodo de la historia coincide con el Porfiriato, momento de la historia nacional donde el General Porfirio Diaz gobernaba el país impulsando la modernidad nacional introduciendo en nuestro territorio los más recientes avances europeos, siendo el ferrocarril, el telégrafo y las líneas telefónicas los más destacables. Por otro lado, Diaz ironicamente era gran admirador de Francia y su cultura, por lo que las tendencias artísticas, arquitectónicas, de moda y estilo parisinas se hicieron presentes en el estilo de vida de la alta sociedad mexicana, siguiendo la tendencia europea en todo momento hasta el estallido de la Revolución mexicana en nuestro país y la Primera Guerra Mundial en Europa. 

Romanizado en muchos medios audiovisuales y literarios, la Belle Epoque suele ser sinónimo de la época victoriana británica, donde el descubrimiento, la exploración, la ciencia, y las vanguardias artísticas dieron forma a uno de los periodos de mayor avance en la historia humana marcado por una paz bastante prolongada que lamentablemente desembocará en una serie de conflictos de gran escala que darían inicio a la realidad del siglo XX. Analizar la Belle Epoque y admirar sus interesantes detalles siempre es una buena forma de conocer el periodo de transición entre los siglos XIX y XX, donde el  espíritu humano buscó alcanzar la iluminación en base a la ciencias y explorar un universo de oportunidades artísticas como nunca antes.