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La firma arquitectónica noruega está próxima a redefinir el concepto de biblioteca en el corazón de Beijing

 

Las bibliotecas, esos templos de conocimiento construidos para preservar todo tipo de disciplinas por medio de los libros, son hoy en día todo un componente obligado de cualquier entorno urbano, funcionando como recintos de consulta de información tanto como de aprendizaje y enseñanza. Como todo en la historia, las bibliotecas han evolucionado según las necesidades de la época en curso, siendo hoy en día sitios que priorizan en la divulgación de información tanto de manera tradicional como digital, en sitios diseñados para que el aprendizaje deje de considerarse como algo monótono y aburrido, y comience a ser visto como lo que es, una herramienta de crecimiento intelectual.

Por mucho tiempo se ha visto a las bibliotecas como lugares aburridos a los que se acude más por obligación que por mero placer, esto último propiciado por la poca apertura que muchos lugares en el mundo tienen respecto a la consulta de información tradicional. Viviendo en una época donde la consulta de información puede darse de forma instantánea mediante el uso de smartphones, cada vez quedan más relegados los recintos bibliotecarios para consultas muy específicas, como lugares de estudio, o simplemente para aquellos que prefieren visitar estos lugares por su tranquilidad y comodidad para realizar sus labores.

Por ello, el reto principal al edificar una nueva biblioteca en la actualidad reside en su funcionalidad en plena era digital, donde la información está prácticamente en cualquier lugar. En 2018 la firma noruega Snohetta obtuvo el reto de edificar la próxima biblioteca de Beijing, siendo su principal objetivo diseñar un espacio atractivo para la consulta de información presencial para las nuevas generaciones, que al mismo tiempo ofrezca un espacio seguro y cómodo para el aprendizaje envuelto en un concepto arquitectónico digno de la campaña cultural que China está próxima a ofrecer al mundo moderno.

Diseñado para el aprendizaje del mañana

Snohetta se caracteriza por poseer una capacidad única para redefinir conceptos al momento de diseñar recintos tradicionales como lo es una biblioteca. Esta característica le hizo merecedora del proyecto cultural más ambicioso de la capital China, la “Beijing Sub-center Library”, el próximo gran recinto cultural que la ciudad capital ofrecerá a sus ciudadanos en su campaña por convertirse en una potencia cultural ante el mundo. 

El proyecto busca redefinir el concepto de biblioteca tradicional mediante la implementación nuevas tecnologías y el uso de materiales de origen local para su construcción, todo ello conformando un recinto que impresiona por su estética ultramoderna y sustentable, algo que comienza a caracterizar a la arquitectura cultural de la China del siglo XXI. La biblioteca ofrecerá espacios dignos de una era híbrida entre lo tradicional y lo digital, repleta de libros tanto como de tecnologías de la información, cuyo entorno ofrece una nueva forma de rediseñar el espacio de aprendizaje, de trabajo y de recreación educativa, pues su diseño disruptivo habla por sí solo.

Bosque de conocimiento

Su diseño impresiona, puesto que rompe con cualquier concepto que se pudiese tener de una biblioteca pública. Su interior está a la vista de todos gracias a sus muros de cristal que ofrecen una vista completa del complejo desde el exterior, y que facilitan la entrada de luz natural al interior del recinto, uno de sus principales atributos. Para diseñarlo, se buscó la inspiración dentro de la misma naturaleza, siendo descrito como un propio bosque de conocimiento dentro de la ciudad capital de China. 

Como todo bosque, su material de edificación principal resulta ser la madera, obtenida de forma local y certificada de forma sustentable, contribuyendo a la naturaleza ecológica de la biblioteca que solo se ve potenciada por los paneles solares en su tejado, el aprovechamiento de la luz natural para la iluminación interior, la regulación térmica natural y la ventilación que su diseño moderno favorece de forma orgánica.

Su apariencia busca emular un bosque de árboles de tronco blanco, cuyo follaje conforma el techo del recinto. Su interior se compone de zonas escalonadas trabajadas en madera, donde libreros, escritorios y áreas de estudio componen un sitio de consulta de información altamente tecnológica, climatizada y con una regulación acústica favorecida por la madera que lo impregna todo. Tal vez el dato más atractivo es la visibilidad al exterior que sus muros de cristal transparente ofrece a sus usuarios, con los bosques de los alrededores a la vista como si el sitio estuviese al aire libre en medio de la naturaleza y no en pleno corazón de Beijing.  

Con este impresionante proyecto arquitectónico bibliotecario, Beijing se suma a la carrera cultural con la cual busca consolidarse como un epicentro de cultura en el mundo, una vez más apoyándose en las grandes firmas arquitectónicas del mundo para concebir sus próximos centros culturales de ultramoderna apariencia y funcionalidad. El bosque de conocimiento de Beijing estima abrir sus puertas este 2022, año de evidente modernización arquitectónica para la próxima potencia económica del mundo.