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Cómo formar parte de la lucha climática desde nuestro actuar diario

 

La lucha contra el cambio climático es tarea de todos, y aunque parezca que solo las grandes compañías, los gobiernos del mundo, y las grandes personalidades de la actualidad son los únicos que pueden lograr influenciar y generar un cambio positivo para revertirlo, la realidad es que todos podemos ser partícipes de la gran cruzada del siglo XXI. Nuestras acciones diarias, desde el momento en que salimos de la cama, ya forman parte de una serie de factores que determinarán el futuro del planeta por más pequeñas e insignificantes que estas puedan parecer ante nuestros ojos.

El agua que utilizamos en la ducha, la luz que encendemos durante la noche, la basura que depositamos en el cesto, el medio de transporte que utilizamos; todas esas decisiones que muchas veces realizamos por inercia o que nos importan muy poco por parecernos insignificantes, influyen de manera directa en el medio ambiente, tanto las buenas como las malas. ¿Y cómo es que acciones tan pequeñas y ordinarias podrían significar el cambio en un fenómeno global tan grande como lo es el cambio climático? Simplemente, replicándose.

Adoptar prácticas sustentables en nuestro día a día podría significar el cambio positivo que el planeta necesita, mismas que al ser replicadas por cientos de miles de personas, crean un efecto de bola de nieve en favor del medio ambiente, todo ello partiendo desde nuestro actuar en el hogar, en la oficina y hasta en la forma en que llevamos a cabo nuestro tiempo de esparcimiento. Por ello, e invitando a sumarse a la causa ambiental contra el calentamiento del planeta, te compartimos algunos consejos y acciones que podrías implementar en tu rutina diaria, mismos que podrían cambiar el curso de los eventos climatológicos y te harán formar parte del movimiento desde tu trinchera personal. ¿Te sumas? 

Las pequeñas acciones harán la diferencia

Los estragos del calentamiento global son cada vez más evidentes y se manifiestan con más violencia, trayendo consigo una desestabilización general del entorno natural, cuyas consecuencias hacen cada vez más complicada la actividad humana, y, sobre todo, comprometen la supervivencia de cientos de especies y ecosistemas alrededor del mundo. Lo anterior es una clara consecuencia del actuar de la humanidad a lo largo de los últimos dos siglos, donde se antepuso la industria y el progreso ante la preservación y cuidado ambiental.

Hoy, todos nosotros estamos pagando por ello, y al mismo tiempo, recae en nuestra generación la decisión de continuar con la debacle climática o finalmente marcar la diferencia y lograr revertir los efectos del calentamiento global mediante nuestras acciones, sean estas de proporciones enormes o pequeñas prácticas domésticas de conciencia ambiental. No se necesita formar parte de una gran campaña de reciclaje, ni ser un importante influencer en favor de la sustentabilidad para contribuir a la transformación del entorno y su cuidado, sino una serie de hábitos diarios que marcarán la diferencia en tu vida y en el entorno. ¿Quieres conocerlas? 

AGUA

Tal vez la acción más ecológica que existe es el ahorro del líquido vital. El cuidado del agua es sumamente importante para garantizar la preservación del medio ambiente que tanto depende de él. Ser conscientes de nuestro consumo diario de agua es una buena acción para procurar su cuidado, y esto se logra regulando su consumo durante la ducha, al lavarnos las manos y los dientes, en la cocina, al regar el jardín, en fin, cualquier acción doméstica que implique el uso del agua es una oportunidad para actuar de manera responsable antes la situación ambiental. Otra forma de utilizar este recurso de manera consciente es reutilizándolo en tareas menores donde su uso sea posible. 

CONSUMO ENERGÉTICO 

Buscar alternativas de ahorro energético es otra excelente forma de ser parte del cambio. Acciones simples como apagar las luces al salir de tu habitación, evitar dejar conectados cargadores a enchufes y desconectar electrodomésticos mientras no se usen reduce el consumo de energía eléctrica. Otras alternativas son utilizar el entorno natural a tu favor, como la luz solar para el secado de ropa en lugar de usar la secadora, o abrir las ventanas para ventilar las habitaciones como alternativa del uso de aire acondicionado. Esto, además de contribuir a la causa ambiental desde tu hogar, demostrará un ahorro considerable al momento de pagar por el uso eléctrico. 

BASURA Y RECICLAJE

Separar la basura de forma correcta ayuda a los recolectores a identificar qué residuos son funcionales para su reciclaje y cuáles no. Acondicionar cestos en tu casa para separar tus residuos te convierte en alguien responsable de sus desechos. Además, buscar la forma de extender el uso de tus objetos personales como ropa, suministros, mobiliario y electrodomésticos te vuelve menos consumidor y con esto evitas desechar de manera prematura objetos que todavía podrían ser funcionales. Por otro lado, reciclar residuos que puedan servirte de otra manera disminuye la cantidad de basura producida en tu hogar.

ALIMENTACIÓN

Consumir una menor cantidad de carne roja en tu dieta contribuye a reducir la emisión de gases de efecto invernadero, siendo una de las industrias que más emisiones genera en el ambiente. Sustituirla o moderarla ayuda a minimizar el impacto de su producción de manera local. Otros alimentos como las frutas y las verduras, además de mejorar tu dieta con sus nutrientes, no impactan de forma negativa el ecosistema, menos aún cuando puedes cosecharlas en tu propia casa mediante huertos domésticos.

MOVILIDAD

Optar por alternativas de transporte de menor impacto ambiental que generen una menor cantidad de emisiones o ninguna en absoluto, es el recurso perfecto para contribuir a generar una movilidad completamente limpia. El transporte colectivo ofrece una movilidad rápida y accesible para los usuarios, y que además ocupa menor espacio en las calles y avenidas de la ciudad. Otro aliado en la lucha climática es el uso de la bicicleta, vehículo que no genera emisión alguna durante su uso y que contribuye a mejorar la salud física de sus usuarios al ser un medio de transporte de propulsión humana. Por último y no menos importante, la caminata siempre será una forma de movilidad 100% amigable con el entorno.

NATURALEZA

Finalmente, el cuidado de la naturaleza mediante su conservación y protección te convierte en ese agente de cambio que necesita el planeta. Sembrar árboles, cuidar las áreas verdes en parques y jardines públicos, implementar vegetación en tu hogar y procurar también la seguridad de especies animales que pudiese frecuentar tu entorno, mantiene el medio ambiente a tu alrededor en armonía. 

Pequeños hábitos generan grandes acciones, por lo que adoptar estas prácticas sencillas y benéficas para el entorno natural te convertirá en un transformador del mañana. Por último, educar a familiares, amigos y conocidos con el ejemplo de los hábitos ecológicos traerá consigo ese efecto en cadena que se necesita para convertir una pequeña acción en todo un movimiento ambientalista. Invita a otros a implementar estás prácticas, y no temas parecer un loco de la naturaleza, el planeta te lo agradecerá en el futuro.