Las mejores alternativas para una edificación más amigable con el medio ambiente en tiempos de crisis climática
La industria de la construcción ha sido partícipe en la creciente problemática ambiental en muchos aspectos, siendo su principal contribución la producción de materiales de edificación de carácter industrial. La producción de acero, concreto, y otros recursos tradicionales para la construcción dentro de la industria arquitectónica e inmobiliaria ha dejado huella en el planeta que hoy en día pasa factura al entorno natural. Con esto no queremos posicionar a la edificación como enemigo número uno del medio ambiente ni mucho menos, pero sí recalcar que la producción de materiales para la construcción tradicionales ya no son una opción en un mundo que lucha contra el cambió climático.
Actualmente es una dicha que cada vez más desarrolladoras, constructoras y fabricantes opten por el uso y producción de materiales sostenibles de carácter ecológico, muchos de ellos de origen natural y certificados para su uso dentro de la industria de manera que no impactan de manera negativa en el medio ambiente tanto en su recolección como en su uso y posterior exposición al entorno. Por ello, hoy hablaremos de los materiales de construcción que más se adaptan a la nueva realidad sostenible dentro de la industria de la edificación y sus principales características y beneficios.
Por un entorno natural perdurable
El cambio climático ha obligado a muchas industrias a cambiar sus procesos, que, en su mayoría, buscan un menor impacto ambiental a la brevedad posible. Paradójicamente, en la industria de la construcción, los materiales que se han convertido en el mejor aliado contra esta crisis climática han sido los de origen natural, previamente certificados como sustentables, de modo que su utilización sea parte de un ciclo de bajo impacto e inclusive, circular, llegando a su lugar de origen en determinado momento de su vida útil.
Pero, por qué utilizar materiales naturales teniendo la fuerza y resistencia que nos ofrece los materiales tradicionales obtenidos de manera industrial. Precisamente por eso, para evitar una cadena de producción que en las últimas décadas, al igual que muchos otros procesos de carácter industrial, han devastado ecosistemas para obtener materia prima útil, sin olvidar el impacto ambiental contaminante que generan los gases expulsados a la atmósfera. Hoy en día, nos encontramos en una encrucijada que nos obliga a decidir entre lo perdurable obtenido del progreso de la industria, o la preservación del planeta volviendo a sus orígenes naturales. Suena absurdo incluso pensarlo, pero esa ha sido la realidad que nos ha llevado a nuestra realidad actual: el pensar que la industria debe anteponerse ante nuestro entorno natural.
Los recursos naturales a nuestra disposición
El planeta nos brinda los recursos necesarios para subsistir sin pedir nada a cambio, quedando en nuestras manos si los aprovechamos de manera consciente y responsable u optamos por un uso desmedido y voraz de ellos sin detenernos a pensar en el impacto futuro a los ecosistemas. Esto último es lo que hemos practicado como especie en los últimos dos siglos, extrayendo los recursos naturales en beneficio de la industria sin procurar la preservación de estos, dando como resultado, el calentamiento del planeta. Hoy, vemos con otros ojos la forma de obtener nuestros recursos para la edificación, siendo más responsables respecto al entorno y procurando garantizar su renovación de forma que su obtención forme parte de un proceso circular que impacte en menor medida al medio ambiente.
MADERA. Irónicamente, el material de edificación sostenible por excelencia es obtenido mediante la tala de los árboles, y es nada más y nada menos que la madera. Su resistencia, flexibilidad y versatilidad convierte a la madera en un excelente recurso para la edificación en medio de la crisis climática, el detalle en su obtención, que de entrada podría parecer contradictorio, radica en que los árboles utilizados para su tala deben estar previamente certificados, de manera que se asegure que son parte de bosques sembrados específicamente para el uso maderero. Este material puede reciclarse de múltiples maneras y ofrece una capacidad impresionante de retener el CO2 en el ambiente emitiendo cero gases de efecto invernadero en el entorno.
ADOBE. Uno de los materiales de construcción más ancestrales de la historia humana es el adobe, utilizado desde tiempos remotos como un confiable recurso para edificar. Su composición reúne elementos naturales como el barro, la paja y algunas fibras que en conjunto crean un material moldeable que en la arquitectura moderna se ha convertido en un material de construcción bastante popular. El adobe funciona como un excelente regulador de temperatura y humedad, mostrándose resistente al fuego y ofreciendo una versatilidad única para su uso. Su naturaleza ecológica y económica elaboración lo ha catalogado como uno de los materiales sostenibles preferidos de la industria arquitectónica moderna.
BAMBÚ. Conocido como el “acero vegetal”, el bambú es otro de los protagonistas de la edificación verde, favorito de la industria de la construcción sostenible por su naturaleza extremadamente resistente y flexible. Además, su capacidad de absorber gases de efecto invernadero y producir hasta 30% más oxígeno que otras plantas o árboles lo colocan como un aliado importante en la lucha climática mediante la edificación.
VIDRIO RECICLADO. La reutilización del vidrio una vez alcanzado su límite de transformación para convertirse en vidrio nuevamente, puede ser utilizado como recubrimiento de muros, azulejos y tuberías, sustituyendo otros materiales mediante su naturaleza que facilita su transformación.
PLÁSTICO RECICLADO. Uno de los enemigos número uno de la crisis ambiental puede convertirse también en un factor de cambio positivo mediante su reciclado. El plástico se ha convertido últimamente en un material versátil para su reutilización una vez procesado debidamente. Hoy podemos ver bloques para la construcción y el pavimento hechos mediante botellas PET recicladas y transformadas para un uso estructural que resultan bastante convenientes en tiempos de lucha climática en el sector de la construcción.
Las alternativas para la construcción sostenible existen en sus distintas presentaciones, algunas teniendo un origen industrial, sintético más que natural, pero contribuyendo a su manera a transformar la construcción del siglo XXI en algo sostenible y responsable con el medio ambiente que tanto necesita de nuestro cuidado.