La edificación en Nueva York se moderniza a través de su pasado histórico.
Cuestionarse qué sería necesario para modernizar aún más la edificación en la ciudad de Nueva York seguramente nos llevaría a pensar en cientos de implementaciones tecnologías y sustentables que hoy en día dominan el mercado inmobiliario. Pero más allá de la innovación estructural existe también un fenómeno que adquiere relevancia con uno de los edificios más recientes de la Gran Manzana. La historia nos sirve para aprender, siendo siempre un perfecto punto de partida para crear el mañana, principio que dentro de la industria inmobiliaria funciona de manera perfecta para conectar la modernidad arquitectónica con el pasado histórico de una ciudad con resultados innovadores.
La ciudad de Nueva York es el bastión arquitectónico vertical por excelencia, repleto de toda clase de edificios modernos cuyos diseños y conceptos superan al anterior. En este sentido, ¿cómo podría sobresalir una nueva edificación en un mundo de rascacielos? La respuesta la tiene el edificio 111 West 57th Street, el más reciente edificio de la firma arquitectónica SHoP, cuyo concepto parte de las mismas raíces de la antigua ciudad de Nueva York, utilizando uno de los edificios históricos más antiguos de la Gran Manzana para edificar todo un rascacielos de moderna apariencia que hoy sobresale en el horizonte frente a Central Park.
Steinway Hall
El angosto rascacielos que hoy se alza en el horizonte de Manhattan surge de uno de los edificios más antiguos de Nueva York, cuya historia se remonta a la venta de Pianos por parte de la empresa Steinway & Sons. El edificio ubicado en la avenida 57th tuvo diferentes usos y modificaciones a lo largo de su historia, permaneciendo como un edificio de carácter histórico hasta la década pasada, cuando finalmente fue elegido para ser la puerta de acceso del que sería uno de los proyectos más ambiciosos jamás edificados en la Gran Manzana.
Si bien el edificio principal del Steinway Hall es la entrada principal al nuevo rascacielos, este no fue modificado en absoluto, puesto que el rascacielos 111 West fue levantado en uno de los terrenos traseros de la antigua casa de pianos. El proyecto reunió el talento de tres desarrolladoras distintas, la firma arquitectónica neoyorquina SHoP quienes se encargaron del diseño del rascacielos, y el despacho interiorista Studio Sofield, quienes decoraron de manera única el interior del moderno edificio.
Historia y modernidad colisionan
El reto para edificar el concepto del edificio 11 West de la calle 57th residió en la forma de mezclar el histórico edificio Steinway Hall con el poderoso e intimidante rascacielos representante de la modernidad del Manhattan contemporáneo. Y aunque el edificio 111 posee una apariencia moderna y vanguardista, su diseño recuerda ligeramente los elementos Art Deco, logrando concebir una versión moderna de dicho estilo en pleno siglo XXI. Los detalles dorados, cobre y el abundante uso de cristal hacen de la moderna edificación un guiño inmobiliario a uno de los estilos predominantes del asado de la Gran Manzana.
El edificio de 91 pisos destaca más allá de sus elegantes acabados exteriores por su altura y forma, pues se trata de uno de los edificios más delgados del horizonte de Manhattan, cuya forma se hace cada vez más delgada conforme asciende su estructura casi escalonada. Su uso es residencial, contando con amenidades de carácter elegante y lujoso entre las que destacan dormitorios de elegante decoración interior, baños y cocinas donde el lujo de acabados como el mármol oscuro y los tonos cobres y dorados evocan al pasado Deco de toda una ciudad.
Otros recintos que ofrece el rascacielos es un Gran Salón para eventos, una terraza, una piscina, y un porche privado para el acceso al edificio, todo lo anterior utilizando el interiorismo de Sofield que mezcla los tonos crema con el negro y el dorado en medio de una fantasía Deco neoyorquina en pleno 2022.
La edificación en Nueva York se redefine mediante el aprovechamiento del espacio disponible, ofreciendo propuesta arquitectónica modernas e innovadoras como es el caso del 111 West 57th Street, cuyo concepto no solamente rescata la historia, sino que ofrece una nueva perspectiva sobre la edificación moderna renovando estilos del siglo XX con éxito, logrando propuestas de altura que son tanto funcionales como estéticamente únicas. ¿Estaremos viendo el renacer del Art Déco casi un siglo después? Habrá que ver…